Evangelio del Día Jueves - Lc 1, 26-38 – 20 de Diciembre 2018
Evangelio del Día Jueves – 20 de Diciembre
2018
Lectura del Día
Is 7,
10-14
En
aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu
Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto".
Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces
dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los
hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará
por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le
pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".
Salmo
Sal
23,1-2.3-4ab.5-6
R/. Va a entrar el Señor; él es el Rey de la gloria.
V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.
V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede entrar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.
V/. Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.
R/. Va a entrar el Señor; él es el Rey de la gloria.
V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.
V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede entrar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.
V/. Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.
Evangelio del Día
Lc 1,
26-38
En aquel
tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado
José. La virgen se llamaba María.
Entró el
ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se
preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel
le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a
concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y
será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su
padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no
tendrá fin".
María le
dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco
virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a
nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a
pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban
estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo
soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel
se retiró de su presencia.
Evangelio del Día Jueves - Lc 1, 26-38 – 20 de Diciembre
2018
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