Solemnidad de Santa Maria, Madre de Dios - 1 de Enero - Palabras de Fe
Solemnidad de Santa Maria, Madre de Dios
El 1 de Enero nuestra Iglesia Catolica celebra la protección de la Santísima Virgen María
La Solemnidad de Santa María Madre de Dios, fue la primera fiesta mariana que se festejó en la Iglesia occidental
La Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios".
Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".
Cuando en el
año 431 el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios,
se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso (la ciudad donde la Santísima
Virgen pasó sus últimos años) e iluminados por el Espíritu Santo declararon:
"La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es
Dios". Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba
portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando:
"Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén".
San Juan
Pablo II, en noviembre de 1996, reflexionó sobre las objeciones planteadas por
Nestorio para que se comprenda mejor el título “María, Madre de Dios”.
“La expresión
Theotokos, que literalmente significa ‘la que ha engendrado a Dios’, a primera
vista puede resultar sorprendente, pues suscita la pregunta: ¿cómo es posible
que una criatura humana engendre a Dios? La respuesta de la fe de la Iglesia es
clara: la maternidad divina de María se refiere solo a la generación humana del
Hijo de Dios y no a su generación divina”, dijo el Pontífice.
“El Hijo de
Dios fue engendrado desde siempre por Dios Padre y es consustancial con él.
Evidentemente, en esa generación eterna María no intervino para nada. Pero el
Hijo de Dios, hace dos mil años, tomó nuestra naturaleza humana y entonces
María lo concibió y lo dio a luz”, añadió.
Asimismo,
señaló que la maternidad de María “no atañe a toda la Trinidad, sino únicamente
a la segunda Persona, al Hijo, que, al encarnarse, tomó de ella la naturaleza
humana”. Además, “una madre no es madre sólo del cuerpo o de la criatura física
que sale de su seno, sino de la persona que engendra”, enfatizó San Juan Pablo
II.
Para terminar,
es importante recordar que María no es sólo Madre de Dios, sino también nuestra
porque así lo quiso Jesucristo en la cruz. Por ello, al comenzar el nuevo año,
pidámosle a María que nos ayude a ser cada vez más como su Hijo.
No hay comentarios