Evangelio del Día Domingo - Lc 3, 15-16. 21-22 – 13 Enero - Palabra de Fe
Evangelio del Día Domingo - Lc 3, 15-16. 21-22 – 13 Enero 2019
Reflexion Padre Luis Zazano
Reflexion Padre Luis Zazano
Lectura del Día
Primera Lectura
Del Libro del Profeta Isaías
Is 40, 1-5. 9-11
"Consuelen, consuelen a mi pueblo,
dice nuestro Dios.
Hablen al corazón de Jerusalén
y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su
servidumbre
y que ya ha satisfecho por sus iniquidades,
porque ya ha recibido de manos del Señor
castigo doble por todos sus pecados".
Una voz clama:
"Preparen el camino del Señor en el desierto,
construyan en el páramo
una calzada para nuestro Dios.
Que todo valle se eleve,
que todo monte y colina se rebajen;
que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane.
Entonces se revelará la gloria del Señor
y todos los hombres la verán".
Así ha hablado la boca del Señor.
Sube a lo alto del monte,
mensajero de buenas nuevas para Sión;
alza con fuerza la voz,
tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas;
anuncia a los ciudadanos de Judá:
"Aquí está su Dios.
Aquí llega el Señor, lleno de poder,
el que con su brazo lo domina todo.
El premio de su victoria lo acompaña
y sus trofeos lo anteceden.
Como pastor apacentará su rebaño;
llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos
y atenderá solícito a sus madres''.
Salmo
Sal 28
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz
V/. Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/.
V/. La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R/.
V/. El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta sobre las aguas del diluvio,
el Señor se sienta como rey eterno. R/.
Segunda Lectura
De la Carta de Pablo a Tito
Ti 2, 11-14; 3, 4-7
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para
salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión
y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera
sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y
Salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para
redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo,
fervorosamente entregado a practicar el bien.
Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su
amor a los hombres, él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo
digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que
nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios
derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así,
justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice
la esperanza de la vida eterna.
Evangelio del Día
Evangelio según Lucas
3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y
todos pensaban que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de
dudas, diciéndoles: "Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro
más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias.
Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego".
Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también
Jesús fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo
bajó sobre él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz
que decía: "Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco".
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