Evangelio del Día Sabado 30 de Marzo
Evangelio del Día Sabado 30 de Marzo 2019
Lectura del Día
Del Libro del Profeta Osea
Os 6, 1-6
Esto dice el Señor:
"En su aflicción, mi pueblo me buscará
y se dirán unos a otros: 'Vengan, volvámonos al Señor;
él nos ha desgarrado y él nos curará;
él nos ha herido y él nos vendará.
En dos días nos devolverá la vida,
y al tercero, nos levantará
y viviremos en su presencia.
Esforcémonos por conocer al Señor;
tan cierta como la aurora es su aparición
y su juicio surge como la luz;
bajará sobre nosotros como lluvia temprana,
como lluvia de primavera que empapa la tierra'.
¿Qué voy a hacer contigo, Efraín?
¿Qué voy a hacer contigo, Judá?
Su amor es nube mañanera,
es rocío matinal que se evapora.
Por eso los he azotado por medio de los profetas
y les he dado muerte con mis palabras.
Porque yo quiero misericordia y no sacrificios,
conocimiento de Dios, más que holocaustos".
R/. Quiero misericordia, y no sacrificios
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
Os 6, 1-6
Esto dice el Señor:
"En su aflicción, mi pueblo me buscará
y se dirán unos a otros: 'Vengan, volvámonos al Señor;
él nos ha desgarrado y él nos curará;
él nos ha herido y él nos vendará.
En dos días nos devolverá la vida,
y al tercero, nos levantará
y viviremos en su presencia.
Esforcémonos por conocer al Señor;
tan cierta como la aurora es su aparición
y su juicio surge como la luz;
bajará sobre nosotros como lluvia temprana,
como lluvia de primavera que empapa la tierra'.
¿Qué voy a hacer contigo, Efraín?
¿Qué voy a hacer contigo, Judá?
Su amor es nube mañanera,
es rocío matinal que se evapora.
Por eso los he azotado por medio de los profetas
y les he dado muerte con mis palabras.
Porque yo quiero misericordia y no sacrificios,
conocimiento de Dios, más que holocaustos".
Salmo
Sal 50,3-4.18-19.20-21abR/. Quiero misericordia, y no sacrificios
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.
V/. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos. R/.
Evangelio del Día
Evangelio según Lucas
Lc 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se
tenían por justos y despreciaban a los demás:
"Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido''.
1) Orar: El orar es una manifestación de encuentro y relación con
Dios. Es el poder expresarte con libertad ante Dios y decirle lo que
tenés y sentís, sabiendo que te escucha y te entiende; es dejarte tomar
por él, pero también teniendo la capacidad de saber que le hablas a él
con mucha autenticidad y humildad. Es decirle lo que te pasa y lo que
vivís
.
2) Estructura: Hay veces que a la oración la empobrecemos con la estructura, en donde cae en ser un mero “cumplimiento” en donde mitad cumplo y mitad miento. Porque muchos reducen a la oración en aquello de tildar, el de hice rosario, visita, lectura, etc, etc. Pero es algo hueco y vacío. La oración no puede caer en estructuras vacías, busca a lo profundo que es Dios.
3) Lectio: Me gustaria aprovechar para invitarte a cuidar y orar de la manera que hacían los primeros cristianos. Usaban la “lectio divina”; en donde era poder hablar con Dios desde un momento de silencio y poder meditar la Palabra de Dios. Es tomar una cita bíblica (como lo hacemos todos los días nosotros) y poder responder a tres preguntas:
A)¿Qué dice? (Lo que te llama la atención del relato. Palabra o hecho).
B)¿Qué me dice? Qué me dice hoy Dios a través de esto.
C)¿Qué le digo?: Es la enseñanza que me queda y que me propongo con esto en mi vida.
Te aseguro que te ayudará mucho a una buena relación con Dios.
Lc 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se
tenían por justos y despreciaban a los demás:
"Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido''.
Reflexión Padre Luis Zazano
La oración de corazón
1) Orar: El orar es una manifestación de encuentro y relación con
Dios. Es el poder expresarte con libertad ante Dios y decirle lo que
tenés y sentís, sabiendo que te escucha y te entiende; es dejarte tomar
por él, pero también teniendo la capacidad de saber que le hablas a él
con mucha autenticidad y humildad. Es decirle lo que te pasa y lo que
vivís.
2) Estructura: Hay veces que a la oración la empobrecemos con la estructura, en donde cae en ser un mero “cumplimiento” en donde mitad cumplo y mitad miento. Porque muchos reducen a la oración en aquello de tildar, el de hice rosario, visita, lectura, etc, etc. Pero es algo hueco y vacío. La oración no puede caer en estructuras vacías, busca a lo profundo que es Dios.
3) Lectio: Me gustaria aprovechar para invitarte a cuidar y orar de la manera que hacían los primeros cristianos. Usaban la “lectio divina”; en donde era poder hablar con Dios desde un momento de silencio y poder meditar la Palabra de Dios. Es tomar una cita bíblica (como lo hacemos todos los días nosotros) y poder responder a tres preguntas:
A)¿Qué dice? (Lo que te llama la atención del relato. Palabra o hecho).
B)¿Qué me dice? Qué me dice hoy Dios a través de esto.
C)¿Qué le digo?: Es la enseñanza que me queda y que me propongo con esto en mi vida.
Te aseguro que te ayudará mucho a una buena relación con Dios.
Reflexión extraida desde https://misionerosdigitales.com/
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