• Lo Ultimo

    Evangelio del Día Jueves 4 de Julio - Lectura y Salmo de Hoy - Reflexión Padre Luis Zazano



     Evangelio del Día Jueves 4 de Julio 

     Lectura y Salmo de Hoy

    Lectura del Día

    Del Libro del Génesis
    Gn 22, 1-19

    En aquel tiempo, Dios le puso una prueba a Abraham y le dijo: “¡Abraham, Abraham!” Él respondió: “Aquí estoy”. Y Dios le dijo: “Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré”.
    Abraham madrugó, aparejó su burro, tomó consigo a dos de sus criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el sacrificio y se encaminó al lugar que Dios le había indicado. Al tercer día divisó a lo lejos el lugar. Les dijo entonces a sus criados: “Quédense aquí con el burro; yo iré con el muchacho hasta allá, para adorar a Dios y después regresaremos”.
    Abraham tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a su hijo Isaac y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban juntos. Isaac dijo a su padre Abraham: “¡Padre!” Él respondió: “¿Qué quieres, hijo?” El muchacho contestó: “Ya tenemos fuego y leña, pero, ¿dónde está el cordero para el sacrificio?” Abraham le contestó: “Dios nos dará el cordero para el sacrificio, hijo mío”. Y siguieron caminando juntos.
    Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó un altar y acomodó la leña. Luego ató a su hijo Isaac, lo puso sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo para degollarlo.
    Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo: “¡Abraham, Abraham!” El contestó: “Aquí estoy”. El ángel le dijo: “No descargues la mano contra tu hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes a Dios, porque no le has negado a tu hijo único”. Abraham levantó los ojos y vio un carnero, enredado por los cuernos en la maleza. Atrapó el carnero y lo ofreció en sacrificio, en lugar de su hijo. Abraham puso por nombre a aquel sitio “el Señor provee”, por lo que aun el día de hoy se dice: “El monte donde el Señor provee”.
    El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo y le dijo: “Juro por mí mismo, dice el Señor, que por haber hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades enemigas. En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque obedeciste a mis palabras”.
    Abraham volvió a donde estaban sus criados y juntos se pusieron en camino hacia Berseba. Y Abraham se quedó a vivir ahí.


     

    Salmo

    Sal 114 
    R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida

    Amo al Señor, porque escucha
    mi voz suplicante,
    porque inclina su oído hacia mí
    el día que lo invoco. R/.


    Me envolvían redes de muerte,
    me alcanzaron los lazos del abismo,
    caí en tristeza y angustia.
    Invoqué el nombre del Señor:
    «Señor, salva mi vida.» R/.


    El Señor es benigno y justo,
    nuestro Dios es compasivo;
    el Señor guarda a los sencillos:
    estando yo sin fuerzas, me salvó. R/.


    Arrancó mi alma de la muerte,
    mis ojos de las lágrimas,
    mis pies de la caída.
    Caminaré en presencia del Señor
    en el país de la vida. R/.


    Evangelio del Día


    Evangelio según Mateo
    Mt 9, 1-8

    En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaúm, su ciudad.
    En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: “Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados”.
    Al oír esto, algunos escribas pensaron: “Este hombre está blasfemando”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: “¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir ‘Se te perdonan tus pecados’, o decir ‘Levántate y anda’? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, –le dijo entonces al paralítico–: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
    El se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los hombres.

    Reflexión Padre Luis Zazano



     ¡Levántate!


    1) Le llevaron: El cristiano debe llevar al encuentro de Jesús a esas personas que están paradas en la vida. Que no la caminan, sino más bien que están estancadas, sin ir a ningún lado. Vos y yo tenemos que acompañar y llevarlos a Jesús para que Jesús los sane, no nosotros, nosotros solo llevamos ¡No te confundas! Salvador hay uno solo. Para esto es necesario el tú a tú, esa relación cercana y confidente.

    2) Ánimo, hijo: Jesús al sanar da ánimo y al dar ánimo, sana. Porque el que se enferma en la vida y de la vida no tiene ánimo de vivir, al contrario está bajón y bajonea a los que los rodean. Busca a Jesús en la oración para mirar adelante y seguir para adelante. No te quedes lamentando de los problemas o quién produjo los problemas, busca la solución y cómo puede resolverse de la mejor manera ese problema y ese problema será resuelto y con mucha enseñanza para ti.

    3) Lo que piensas: Jesús sabe lo que piensan de él pero a él no le importaba, porque estaba cumpliendo su misión, a la que su Padre Dios le encomendó, y tenía en claro quién era él. Aclara y ubica a estos. Vos recordá que ante todo lo que hagas en esta vida para bien, algunos te criticarán y liquidarán. Vos volvé a vos y recordá cuál es tu vocación, tu elección de vida y quién sos vos. Teniendo en claro eso, sos un titán de la vida que lograrás mucho.


    Reflexión extraida desde https://misionerosdigitales.com/

    No hay comentarios

    Con la tecnología de Blogger.