Evangelio del Día Martes 30 de Julio - Lectura y Salmo de Hoy - Reflexión Padre Luis Zazano
Evangelio del Día Martes 30 de Julio
Lectura y Salmo de HoyLectura del Día
Del libro del Éxodo
Ex 33, 7-11; 34, 5-9. 28
En aquellos días, Moisés tomó la tienda que había llamado "de la reunión" y la colocó a cierta distancia, fuera del campamento, de modo que todo el que deseaba consultar al Señor, tenía que salir fuera del campamento.
Cuando Moisés iba hacia la tienda, todo el pueblo se levantaba, se quedaba de pie a la entrada de sus tiendas y seguía con la vista a Moisés, hasta que entraba en la tienda de la reunión. Una vez que Moisés entraba en ella, la columna de nube bajaba y se detenía a la puerta, mientras el Señor hablaba con Moisés. Todo el pueblo, al ver la columna de nube detenida en la puerta de la tienda de la reunión, se levantaba y cada uno se postraba junto a la entrada de su tienda.
El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se alejaba de la tienda de la reunión.
Moisés invocó el nombre del Señor, y entonces el Señor pasó delante de él y exclamó: "¡El Señor todopoderoso es un Dios misericordioso y clemente, lento para enojarse y rico en amor y fidelidad; él mantiene su amor por mil generaciones y perdona la maldad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes, pues castiga la maldad de los padres en los hijos, nietos y bisnietos!"
Al instante Moisés cayó de rodillas y se postró ante él, diciendo: "Si de veras gozo de tu favor, te suplico, Señor, que vengas con nosotros, aunque seamos un pueblo de cabeza dura. Perdona nuestras maldades y pecados, y recíbenos como herencia tuya".
Moisés estuvo con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió en las tablas las palabras de la alianza, los diez mandamientos.
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R.
Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles. R.
Ex 33, 7-11; 34, 5-9. 28
En aquellos días, Moisés tomó la tienda que había llamado "de la reunión" y la colocó a cierta distancia, fuera del campamento, de modo que todo el que deseaba consultar al Señor, tenía que salir fuera del campamento.
Cuando Moisés iba hacia la tienda, todo el pueblo se levantaba, se quedaba de pie a la entrada de sus tiendas y seguía con la vista a Moisés, hasta que entraba en la tienda de la reunión. Una vez que Moisés entraba en ella, la columna de nube bajaba y se detenía a la puerta, mientras el Señor hablaba con Moisés. Todo el pueblo, al ver la columna de nube detenida en la puerta de la tienda de la reunión, se levantaba y cada uno se postraba junto a la entrada de su tienda.
El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se alejaba de la tienda de la reunión.
Moisés invocó el nombre del Señor, y entonces el Señor pasó delante de él y exclamó: "¡El Señor todopoderoso es un Dios misericordioso y clemente, lento para enojarse y rico en amor y fidelidad; él mantiene su amor por mil generaciones y perdona la maldad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes, pues castiga la maldad de los padres en los hijos, nietos y bisnietos!"
Al instante Moisés cayó de rodillas y se postró ante él, diciendo: "Si de veras gozo de tu favor, te suplico, Señor, que vengas con nosotros, aunque seamos un pueblo de cabeza dura. Perdona nuestras maldades y pecados, y recíbenos como herencia tuya".
Moisés estuvo con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió en las tablas las palabras de la alianza, los diez mandamientos.
Salmo
Sal 102, 6-7. 8-9. 10-11. 12-13R. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R.
Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles. R.
Evangelio del Día
Evangelio según Mateo
Mt 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó: "El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del demonio; el enemigo que la siembra es el demonio; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga''.
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2) La cizaña: Es aquel mal que también afecta tu interior, ese mal que es tu debilidad y a la cual tantas veces te tira abajo y te humilla. Esto puede ser tu egoismo o tu orgullo, porque así como te decía que todos tenemos esa semilla de lo sobrenatural, también todos tenemos ese bichito que busca pudrirlo todo, que es la soberbia. En vos está el discernir qué pesa más en tu vida y en tu historia. Esa cizaña te amarga, aunque al principio parece que está todo hermoso.
3) La cosecha: Es el tiempo, porque es el tiempo quien te lleva a la verdad. Es el mirar la historia de tu vida, las decisiones que venís tomando, todo ello es lo que te lleva a ver por dónde vas optando. Si va creciendo aquella semilla sobrenatural y buena que tenés o si la cizaña te va amargando. El tema es hasta cuándo vivirás y cómo vivirás. Porque si tu vida se pasa por los vicios, tu vida se consumirá, si la soberbia te lleva a ser aislado y solitario o metiéndote en la farsa del «living la vida loca» lo único que conseguirás es vacío y depresión. El tiempo te dirá tus aciertos y tus errores. En vos está lo mejor de vos, pero también lo peor de vos. No depende esta vida más que nadie, sino que de vos mismo.
Reflexión extraida desde https://misionerosdigitales.com/
Mt 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó: "El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del demonio; el enemigo que la siembra es el demonio; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga''.
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Reflexión Padre Luis Zazano
Tu vida es buena tierra.
1) La buena semilla: Toda persona tiene en su interior algo de lo sobrenatural. Eso lo tenemos todos, hasta aquel que se declara ateo; siempre hay una búsqueda por la felicidad y el ser eterno, el amarla a la vida. Esto lo buscamos todos, la manera y la forma es distinta, pero que en vos está esa buena semilla, lo está. Y busca crecer y producir siempre, por ese simple hecho de que vos querés ser feliz.2) La cizaña: Es aquel mal que también afecta tu interior, ese mal que es tu debilidad y a la cual tantas veces te tira abajo y te humilla. Esto puede ser tu egoismo o tu orgullo, porque así como te decía que todos tenemos esa semilla de lo sobrenatural, también todos tenemos ese bichito que busca pudrirlo todo, que es la soberbia. En vos está el discernir qué pesa más en tu vida y en tu historia. Esa cizaña te amarga, aunque al principio parece que está todo hermoso.
3) La cosecha: Es el tiempo, porque es el tiempo quien te lleva a la verdad. Es el mirar la historia de tu vida, las decisiones que venís tomando, todo ello es lo que te lleva a ver por dónde vas optando. Si va creciendo aquella semilla sobrenatural y buena que tenés o si la cizaña te va amargando. El tema es hasta cuándo vivirás y cómo vivirás. Porque si tu vida se pasa por los vicios, tu vida se consumirá, si la soberbia te lleva a ser aislado y solitario o metiéndote en la farsa del «living la vida loca» lo único que conseguirás es vacío y depresión. El tiempo te dirá tus aciertos y tus errores. En vos está lo mejor de vos, pero también lo peor de vos. No depende esta vida más que nadie, sino que de vos mismo.
Reflexión extraida desde https://misionerosdigitales.com/
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