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    Evangelio del Dia Lunes 6 de Julio 2020 - San Mateo 9, 18-26

    Evangelio del Dia Lunes 6 de Julio

     LECTURA DEL DÍA

    Os 2, 16. 17-18. 21-22

    Esto dice el Señor:
    “Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al desierto
    y le hablaré al corazón.
    Ella me responderá allá,
    como cuando era joven,
    como el día en que salió de Egipto.
    Aquel día, palabra del Señor,
    ella me llamará ‘Esposo mío’,
    y no me volverá a decir ‘Baal mío’.

    Israel, yo te desposaré conmigo para siempre.
    Nos uniremos en la justicia y la rectitud,
    en el amor constante y la ternura;
    yo te desposaré en la fidelidad
    y entonces tú conocerás al Señor’’.


    Salmo

    Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
     R/. El Señor es clemente y misericordioso

    Día tras día, te bendeciré
    y alabaré tu nombre por siempre jamás.
    Grande es el Señor, merece toda alabanza,
    es incalculable su grandeza. R/.

    Una generación pondera tus obras a la otra,
    y le cuenta tus hazañas.
    Alaban ellos la gloria de tu majestad,
    y yo repito tus maravillas. R/.

    Encarecen ellos tus temibles proezas,
    y yo narro tus grandes acciones;
    difunden la memoria de tu inmensa bondad,
    y aclaman tus victorias. R/.

    El Señor es clemente y misericordioso,
    lento a la cólera y rico en piedad;
    el Señor es bueno con todos,
    es cariñoso con todas sus criaturas. R/.




    EVANGELIO DEL DÍA

    San Mateo 9, 18-26

    En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante él y le dijo: “Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir”.

    Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orilla del manto, pues pensaba: “Con sólo tocar su manto, me curaré”. Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: “Hija, ten confianza; tu fe te ha curado”. Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer.

    Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el tumulto de la gente y les dijo: “Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida”. Y todos se burlaron de él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La noticia se difundió por toda aquella región.



    Tu fe te ha curado

     

     Reflexión Padre Luis Zazano.

    Reflexión Fray Nelson Medina.

     Necesitamos que el Señor pose su mano sobre nuestra cabeza para resucitar lo muerto en nosotros; para darle paz, orden, belleza y esperanza a nuestros pensamientos.




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