• Lo Ultimo

    Evangelio del Dia Domingo 29 de Noviembre - San Marcos 13, 33 - 37

     Evangelio del Dia Domingo 29 de Noviembre

    Primera lectura

    Lectura del libro de Isaías  63,16b-17.19b;64,2b-7 

    Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. 

    Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento.

     Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.



    Salmo

    Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19
     R/. Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

    Pastor de Israel, escucha;

    tú que te sientas sobre querubines, resplandece;

    despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.


    Dios de los ejércitos, vuélvete:

    mira desde el cielo, fíjate,

    ven a visitar tu viña.

    Cuida la cepa que tu diestra plantó,

    y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R/.


    Que tu mano proteja a tu escogido,

    al hombre que tú fortaleciste.

    No nos alejaremos de ti:

    danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.



    Segunda lectura

    Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,3-9 :

    La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. 

    Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. 

    Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. 

    Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!



    Evangelio del Dia 

    Lectura del santo evangelio según San Marcos  13, 33 - 37 

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. 

    Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»


    Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa.




    PALABRAS DEL SANTO PADRE

    Hoy empieza el Adviento, el tiempo litúrgico que nos prepara para la Navidad, invitándonos a levantar la mirada y abrir nuestros corazones para recibir a Jesús. En Adviento, no vivimos solamente la espera navideña, también estamos invitados a despertar la espera del glorioso regreso de Cristo  —cuando volverá al final de los tiempos— preparándonos para el encuentro final con él mediante decisiones coherentes y valientes. Recordamos la Navidad, esperamos el glorioso regreso de Cristo y también nuestro encuentro personal: el día que el Señor nos llame. Durante estas cuatro semanas, estamos llamados a despojarnos de una forma de vida resignada y rutinaria y a salir alimentando esperanzas, alimentando sueños para un futuro nuevo. ÁNGELUS, 2 de diciembre de 2018


    Reflexión Fray Nelson Medina

    PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO B Si vives bien el Adviento recordarás que el gran regalo del Padre es Nuestro Señor Jesucristo, que Él es lo que más necesita nuestra vida.

    No hay comentarios

    Con la tecnología de Blogger.