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    Evangelio del día Lunes 25 de Octubre - San Lucas 13, 10-17

     Evangelio del día Lunes 25 de Octubre

    LECTURA DEL DÍA

    De la Carta de Pablo a los Romanos 8, 12-17

    Hermanos: Nosotros no estamos sujetos al desorden egoísta del hombre, para hacer de ese desorden nuestra regla de conducta. Pues si ustedes viven de ese modo, ciertamente serán destruidos. Por el contrario, si con la ayuda del Espíritu destruyen sus malas acciones, entonces vivirán.

    Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. No han recibido ustedes un espíritu de esclavos, que los haga temer de nuevo, sino un espíritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios.

    El mismo Espíritu Santo, a una con nuestro propio espíritu, da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con él para ser glorificados junto con él.


    SALMO

    Sal 67,2.4.6-7ab.20-21
     R/. Nuestro Dios es un Dios que salva.

    Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,

    huyen de su presencia los que lo odian.

    En cambio, los justos se alegran,

    gozan en la presencia de Dios,

    rebosando de alegría. R/.


    Padre de huérfanos, protector de viudas,

    Dios vive en su santa morada.

    Dios prepara casa a los desvalidos,

    libera a los cautivos y los enriquece. R/.


    Bendito el Señor cada día,

    Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.

    Nuestro Dios es un Dios que salva,

    el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R/.




    EVANGELIO DEL DÍA

    Evangelio según San Lucas 13, 10-17

    Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo. Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad”. Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.

    Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a la gente: “Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado”.

    Entonces el Señor dijo: “¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?”

    Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que él hacía.

       Palabra del Señor.





    Reflexión Fray Nelson Medina

     


     Reflexión Padre Luis Zazano.

     

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