• Lo Ultimo

    Evangelio del día Sábado 23 de Octubre - San Lucas 13, 1-9

    Evangelio del día Sábado 23 de Octubre

    LECTURA DEL DÍA

    De la Carta de Pablo a los Romanos 8, 1-11

    Hermanos: Ya no hay condenación que valga contra los que están unidos a Cristo Jesús, porque ellos ya no viven conforme al desorden egoísta del hombre. Pues, si estamos unidos a Cristo Jesús, la ley del Espíritu vivificador nos ha librado del pecado y de la muerte. En efecto, lo que bajo el régimen de la ley de Moisés era imposible por el desorden y egoísmo del hombre, Dios lo ha hecho posible, cuando envió a su propio Hijo, que se hizo hombre y tomó una condición humana semejante a la nuestra, que es pecadora, y para purificarnos de todo pecado, condenó a muerte al pecado en la humanidad de su Hijo. De este modo, la salvación prometida por la ley se realiza cumplidamente en nosotros, puesto que ya no vivimos conforme al desorden y egoísmo humanos, sino conforme al Espíritu.

    Ciertamente, los hombres que llevan una vida desordenada y egoísta piensan y actúan conforme a ella; pero los que viven de acuerdo con el Espíritu, piensan y actúan conforme a éste. Las aspiraciones desordenadas y egoístas conducen a la muerte; las aspiraciones conformes al Espíritu conducen a la vida y a la paz. El desorden egoísta del hombre es enemigo de Dios: no se somete, ni puede someterse a la voluntad de Dios. Por eso, los que viven en forma desordenada y egoísta no pueden agradar a Dios.

    Pero ustedes no llevan esa clase de vida, sino una vida conforme al Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios habita verdaderamente en ustedes.

    Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. En cambio, si Cristo vive en ustedes, aunque su cuerpo siga sujeto a la muerte, a causa del pecado, su espíritu vive a causa de la actividad salvadora de Dios.

    Si el Espíritu del Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en ustedes, entonces el Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, también les dará vida a sus cuerpos mortales, por obra de su Espíritu, que habita en ustedes.


    SALMO

    Sal 23,1-2.3-4ab.5-6 
    R/. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor

    Del Señor es la tierra y cuanto la llena,

    el orbe, y todos sus habitantes:

    él la fundó sobre los mares,

    él la afianzó sobre los ríos. R/.


    ¿Quién puede subir al monte del Señor?

    ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

    El hombre de manos inocentes, y puro corazón,

    que no confía en los ídolos. R/.


    Ese recibirá la bendición del Señor,

    le hará justicia el Dios de salvación.

    Ésta es la generación que busca al Señor,

    que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.




    EVANGELIO DEL DÍA

    Evangelio según San Lucas 13, 1-9

    En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: “¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante”.

    Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’ ”.

       Palabra del Señor




    Reflexión Fray Nelson Medina

    El Espíritu Santo es quien crea y mantiene en nosotros la unión con Cristo Resucitado, por el Espíritu de Dios tenemos la vida de Cristo en nosotros de modo que vivimos como Él.

    Reflexión Padre Luis Zazano.

     

    No hay comentarios

    Con la tecnología de Blogger.