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    Evangelio del día Viernes 8 de Abril 2022 - San Juan 10, 31-42

    Evangelio del día Viernes 8 de Abril

     LECTURA DEL DÍA

    Lectura del libro de Jeremías  20, 10-13

    En aquel tiempo, dijo Jeremías:

    “Yo oía el cuchicheo de la gente que decía:

    ‘Denunciemos a Jeremías,

    Denunciemos al profeta del terror’.

    Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos,

    esperaban que tropezara y me cayera, diciendo:

    ‘Si se tropieza y se cae, lo venceremos

    y podremos vengarnos de él’.


    Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado;

    por eso mis perseguidores caerán por tierra

    y no podrán conmigo;

    quedarán avergonzados de su fracaso

    y su ignominia será eterna e inolvidable.


    Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo

    y conoces lo más profundo de los corazones,

    haz que yo vea tu venganza contra ellos,

    porque a ti he encomendado mi causa.


    Canten y alaben al Señor,

    porque él ha salvado la vida de su pobre

    de la mano de los malvados’’.



    SALMO

    Sal 17, 2-3a. 3bc-4. 5-6. 7
     R/. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó

    Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;

    Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.


    Dios mío, peña mía, refugio mío,

    escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.

    Invoco al Señor de mi alabanza

    y quedo libre de mis enemigos. R/.


    Me cercaban olas mortales,

    torrentes destructores me aterraban,

    me envolvían las redes del abismo,

    me alcanzaban los lazos de la muerte. R/.


    En el peligro invoqué al Señor,

    grité a mi Dios:

    desde su templo él escuchó mi voz,

    y mi grito llegó a sus oídos. R/.




    EVANGELIO DEL DÍA

    Evangelio según San Juan  10, 31-42

    En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras para apedrearlo. Jesús les dijo: “He realizado ante ustedes muchas obras buenas de parte del Padre, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?”

    Le contestaron los judíos: “No te queremos apedrear por ninguna obra buena, sino por blasfemo, porque tú, no siendo más que un hombre, pretendes ser Dios”. Jesús les replicó: “¿No está escrito en su ley: Yo les he dicho: Ustedes son dioses? Ahora bien, si ahí se llama dioses a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la Escritura no puede equivocarse), ¿cómo es que a mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo, me llaman blasfemo porque he dicho: ‘Soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre”. Trataron entonces de apoderarse de él, pero se les escapó de las manos.

    Luego regresó Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado en un principio y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: “Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan decía de éste, era verdad”. Y muchos creyeron en él allí.

        Palabra del Señor


    Reflexión Padre Luis Zazano.

    Reflexión Fray Nelson Medina

    Toda la misión de Jesús era una revelación y antes de que se concluya Él no quiere terminar su vida, Él sabe que su muerte es la máxima manifestación de la gravedad del pecado, de la llegada del Reino de Dios, de quién es el Padre, de cuan amados somos

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