Evangelio del día Martes 26 de Julio 2022 - San Mateo 13, 36-43
Evangelio del día Martes 26 de Julio
LECTURA DEL DÍA
Lectura del profeta Jeremías 14, 17-22
Que mis ojos lloren sin cesar de día y de noche,
porque la capital de mi pueblo está afligida por un gran desastre,
por una herida gravísima.
Si salgo al campo, encuentro gente muerta por la espada;
si entro en la ciudad, hallo gente que se muere de hambre.
Hasta los profetas y los sacerdotes
andan errantes por el país y no saben qué hacer.
¿Acaso has rechazado, Señor, a Judá?
¿O te has cansado ya de Sión?
¿Por qué nos has herido tan gravemente,
que ya no tenemos remedio?
Esperábamos tranquilidad y sólo hay perturbación;
esperábamos la curación y sólo encontramos miedo.
Reconocemos, Señor, nuestras maldades
y las culpas de nuestros padres;
hemos pecado contra ti.
Por ser tú quien eres, no nos rechaces;
no deshonres el trono de tu gloria.
Acuérdate, Señor, de tu alianza con nosotros
y no la quebrantes.
¿Acaso los ídolos de los paganos pueden hacer llover?
¿Acaso los cielos, por sí solos, pueden darnos la lluvia?
Tú solo, Señor y Dios nuestro, haces todas estas cosas,
por eso en ti tenemos puesta nuestra esperanza.
SALMO
R/. Por el honor de tu nombre líbranos, Señor.
No recuerdes contra nosotros las culpas
de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R/.
Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre. R/.
Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte.
Nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.
EVANGELIO DEL DÍA
Evangelio según San Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: “Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo”.
Jesús les contestó: “El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del demonio; el enemigo que la siembra es el demonio; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga’’.
Palabra del Señor
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