• Lo Ultimo

    Evangelio del día Sábado 3 de Diciembre 2022 - Mateo 9, 35-10, 1. 5a. 6-8

    Evangelio del día Sábado 3 de Diciembre 

    LECTURA DEL DIA

    Lectura del libro de Isaías 30, 19-21. 23-26

    Esto dice el Señor, el Santo de Israel:

    «Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén,

    no tendrás que llorar,

    se apiadará de ti al oír tu gemido:

    apenas te oiga, te responderá.

    Aunque el Señor te diera

    el pan de la angustia y el agua de la opresión

    ya no se esconderá tu Maestro,

    tus ojos verán a tu Maestro.

    Si te desvías a la derecha o a la izquierda,

    tus oídos oirán una palabra a tus espaldas que te dice: “Éste es el camino, camina por él”.

    Te dará lluvia para la semilla

    que siembras en el campo,

    y el grano cosechado en el campo

    será abundante y suculento;

    aquel día, tus ganados pastarán en anchas praderas;

    los bueyes y asnos que trabajan en el campo

    comerán forraje fermentado,

    aventado con pala y con rastrillo.

    En toda alta montaña,

    en toda colina elevada

    habrá canales y cauces de agua

    el día de la gran matanza, cuando caigan las torres.

    La luz de la luna será como la luz del sol,

    y la luz del sol será siete veces mayor,

    como la luz de siete días,

    cuando el Señor vende la herida de su pueblo

    y cure las llagas de sus golpes».



    SALMO

    Sal 146, 1-2. 3-4. 5-6
     R/. Dichosos los que esperan en el Señor

    Alabad al Señor, que la música es buena;

    nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.

    El Señor reconstruye Jerusalén,

    reúne a los deportados de Israel. R/.


    Él sana los corazones destrozados,

    venda sus heridas.

    Cuenta el número de las estrellas,

    a cada una la llama por su nombre. R/.


    Nuestro Señor es grande y poderoso,

    su sabiduría no tiene medida.

    El Señor sostiene a los humildes,

    humilla hasta el polvo a los malvados. R/.




    EVANGELIO DEL DIA

    Evangelio según San Mateo 9, 35-10, 1. 5a. 6-8

    En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.

    Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».

    Entonces dice a sus discípulos:

    «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».

    Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.

    A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:

    «Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».

        Palabra del Señor


    Reflexión Padre Luis Zazano.




    Reflexión Fray Nelson Medina

    MEMORIA DE SAN FRANCISCO JAVIER, PRESBÍTERO

    La sola audacia no es virtud, tiene que estar acompañada por una auténtica prudencia y una verdadera caridad.

    No hay comentarios

    Con la tecnología de Blogger.