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    Evangelio del día Martes 31 de Enero 2023 - Marcos 5, 21-43

    Evangelio del día Martes 31 de Enero

    LECTURA DEL DIA

    Primera lectura: Hebreos 12, 1 – 4

    Hermanos:

    Teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Recordad al que soportó tal oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.

    Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.



    SALMO

    Sal 21,26b-27.28.30.31-32
     R/. Te alabarán, Señor, los que te buscan.

    Cumpliré mis votos delante de sus fieles.

    Los desvalidos comerán hasta saciarse,

    alabarán al Señor los que lo buscan:

    ¡Viva su corazón por siempre! R/.


    Lo recordarán y volverán al Señor

    hasta de los confines del orbe;

    en su presencia se postrarán

    las familias de los pueblos.

    Ante él se postrarán las cenizas de la tumba,

    ante él se inclinarán los que bajan al polvo. R/.


    Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,

    hablarán del Señor a la generación futura,

    contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:

    «Todo lo que hizo el Señor». R/.




    EVANGELIO DEL DIA

    Evangelio según San Marcos 5, 21-43

    En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor y se quedó junto al mar.

    Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:

    «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva».

    Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba.

    Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando:

    «Con solo tocarle el manto curaré».

    Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió enseguida, en medio de la gente y preguntaba:

    «Quién me ha tocado el manto?».

    Los discípulos le contestaban:

    «Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: “Quién me ha tocado?”».

    Él seguía mirando alrededor, para ver a la que había hecho esto. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que le había ocurrido, se le echó a los pies y le confesó toda la verdad.

    Él le dice:

    «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad».

    Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:

    «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?».

    Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:

    «No temas; basta que tengas fe».

    No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo:

    «¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta; está dormida».

    Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:

    «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).

    La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor.

    Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

       Palabra del Señor


    Evangelio en Lenguaje de Señas

    Marcos 5, 21-43 - Martes 31 de Enero


    Reflexion Padre Luis Zazano.


    Reflexión Fray Nelson Medina

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