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    Evangelio del día Martes 4 de Abril 2023 - Juan 13, 21-33. 36-38

    Evangelio del día Martes 4 de Abril

    LECTURA DEL DIA

    Lectura del libro de Isaías 49, 1-6

    Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos:

    El Señor me llamó desde el vientre materno,

    de las entrañas de mi madre, y pronunció mi nombre.

    Hizo de mi boca una espada afilada,

    me escondió en la sombra de su mano;

    me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba

    y me dijo: «Tú eres mi siervo, Israel,

    por medio de ti me glorificaré».

    Y yo pensaba: «En vano me he cansado,

    en viento y en nada he gastado mis fuerzas».

    En realidad el Señor defendía mi causa,

    mi recompensa la custodiaba Dios.

    Y ahora dice el Señor,

    el que me formó desde el vientre como siervo suyo,

    para que le devolviese a Jacob,

    para que le reuniera a Israel;

    he sido glorificado a los ojos de Dios.

    Y mi Dios era mi fuerza:

    «Es poco que seas mi siervo

    para restablecer las tribus de Jacob

    y traer de vuelta a los supervivientes de Israel.

    Te hago luz de las naciones,

    para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».



    SALMO

    Sal 70. 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17
     R/. Mi boca contará tu salvación, Señor

    A ti, Señor, me acojo:

    no quede yo derrotado para siempre;

    tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,

    inclina a mí tu oído, y sálvame. R/.


    Sé tú mi roca de refugio,

    el alcázar donde me salve,

    porque mi peña y mi alcázar eres tú.

    Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/.


    Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza

    y mi confianza, Señor, desde mi juventud.

    En el vientre materno ya me apoyaba en ti,

    en el seno tú me sostenías. R/.


    Mi boca contará tu justicia,

    y todo el día tu salvación.

    Dios mío, me instruiste desde mi juventud,

    y hasta hoy relato tus maravillas. R/.



    EVANGELIO DEL DIA

    Evangelio según San Juan 13, 21-33. 36-38

    En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo:

    «En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».

    Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.

    Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.

    Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:

    «Señor, ¿quién es?».

    Le contestó Jesús:

    «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».

    Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:

    «Lo que vas a hacer, hazlo pronto».

    Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.

    Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.

    Cuando salió, dijo Jesús:

    «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:

    “Donde yo voy no podéis venir vosotros”».

    Simón Pedro le dijo:

    «Señor, ¿adónde vas?».

    Jesús le respondió:

    «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».

    Pedro replicó:

    «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».

    Jesús le contestó:

    «¿Conque darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces».

        Palabra del Señor


    Reflexión Padre Luis Zazano.


    Reflexión Fray Nelson Medina

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