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Ritual de Exequias

Palabras para una Despedida

Saludo Inicial

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
R. Amén.

El Señor Jesús que es la Resurrección y la Vida, los conforte en la esperanza, y que su paz esté con todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.

O bien:
Jesús ha dicho: «Vengan a mí, todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré». Que el consuelo y el alivio del Señor estén con todos ustedes R. Y con tu espíritu.

  • Podriamos rezar un Yo Confieso

    Con humildad con confesamos pecadores ante Dios

    Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
    Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.

    Aspersión


    Monición

    Un día nuestro(a) hermano(a) Nombre. fue recibido(a) en la Iglesia y se derramó sobre su cuerpo el agua, como signo sacramental de nueva vida. Hoy, con afecto y respeto, derramamos el agua sobre su cuerpo, recordando su bautismo y como reconocimiento de la vida eterna que selló definitivamente a este(a) hermano(a) nuestro(a) como hijo(a) de Dios.
    Después de la monición, el sacerdote rocia el cuerpo con agua bendita, sin decir nada.

    Oración Colecta


    Dios nuestro, perdón de los pecadores y felicidad de tus santos, al dar : (hoy) piadosa sepultura a tu hijo Nombre. te pedimos que sea contado entre tus elegidos, para que, liberado ya de la corrupción de la muerte, le concedas estar en tu presencia el día de la resurrección.
    Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

    Oración por los Familiares


    Oremos.
    Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos proteges con tu amor eterno, y transformas las sombras de la muerte en aurora de vida: Mira a tus hijos que lloran afligidos, (Sé para nosotros como un refugio y reanimanos para que, superando las tinieblas de nuestro dolor, seamos consolados con la luz y la paz de tu presencia)
    Ayúdanos a encaminar nuestra vida hacia Cristo, tu Hijo y Señor nuestro, que muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauro nuestra vida, de modo que, cuando concluyamos nuestra vida mortal, nos encontremos con nuestros hermanos, alli donde serán secadas las lágrimas de nuestros ojos.
    Por Jesucristo nuestro Senor. R. Amén.

    Evengelio para leer


    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan-6,37-40

    La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio. Jesús dijo a la gente: Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de Aquél que me envió. La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día.
    Palabra del Señor.

    Oración de los Fieles


    Queridos hermanos: elevemos juntos nuestra oración confiada a que es Padre omnipotente y ha resucitado a Jesucristo de la muerte.
    A cada intención respondemos: Escúchanos, Señor, que confiamos en ti.

    Para que nuestro (a) hermano (a) Nombre que ha traspasado las barreras de la muerte, sea recibido (a) en la gran familia de los santos. R.

    Para que Nombre que en el bautismo recibió el germen de la Vida eterna y en la eucaristía se alimentó con Cristo, Pan de Vida, resucite con él en el último día.R.

    Para que nuestras familias encuentren el consuelo y la esperanza que nos da el Evangelio de Jesús. R.

    Para que todos nosotros, aquí presentes, crezcamos en la fe y nos ayudemos unos a otros mediante la caridad.R.

    Despedida


    Hermanos: con la certeza que nos da la fe y con la esperanza de la Vida eterna, encomendemos a la infinita misericordia de Dios a nuestro (a) hermano (a) que se ha dormido en la paz de Cristo. Acompañemos con nuestras oraciones a quien, por medio del bautismo, recibió la adopción de los hijos de Dios y se alimentó en la mesa del Señor, para que ahora merezca la herencia eterna prometida a los santos y participe en el banquete celestial. Oremos también por nosotros mismos, que ahora lloramos afligidos, para que, junto con nuestro (a) hermano (a), podamos un día salir al encuentro de Cristo, nuestra Vida, cuando él se manifieste en la plenitud de su gloria.

    Oremos.
    Recibe, Señor, el alma de tu serviador/a Nombre, a quien te has dignado llamar de este mundo a tu presencia para que, libre de todo vínculo de pecado, le concedas el gozo del descanso y la luz que no tiene fin, y, entre tus santos y elegidos, merezca participar de la gloria de la resurrección.
    Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

    En el Cementerio


    Bendición del sepulcro

    Oremos.
    Señor Jesucristo que al descansar en el sepulcro durante tres días santificaste las tumbas de los que creen en ti, de manera que no sólo sirvieran de sepultura para los cuerpos, sino que estimularan la esperanza de la resurrección: Concede a tu hijo/a que descanse en paz en este sepulcro, hasta que tú, que eres la Resurrección y la Vida, lo(a) ilumines con la luz de la resurrección y le permitas contemplar en el cielo el resplandor de tu luz eterna.
    Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amén.

    Rito de la sepultura
    Mientras el féretro es colocado en el sepulcro:

    Hermanos: Dios todopoderoso quiso llamar a su presencia a este (a) hermano(a) nuestro(a); nosotros entregamos ahora su cuerpo a la tierra para que vuelva al mismo lugar de donde fue sacado. Al hacerlo, recordemos que Cristo fue el primero en Resucita, para tranformar nuestr cuerpo corruptible en un cuerpo glorioso como el suyo.
    Encomendamos entonce a Nombre al Señor para que lo reciba en su Paz y lo/a y lo resicite en el ultomo día

    Última recomendación y despedida


    Hermanos: Con la certeza que nos da la fe y con la esperanza de la Vida eterna, encomendemos a la infinita misericordia de Dios a nuestro (a) hermano (a) que se ha dormido en la paz de Cristo.
    Acompañemos con nuestras oraciones a quien, por medio del bautismo, recibió la adopción de los hijos de Dios y se ): alimentó en la mesa del Señor, para que ahora merezca la herencia eterna prometida a los santos y participe en el banquete celestial.
    Oremos también por nosotros mismos, que ahora lloramos afligidos, para que, junto con nuestro (a) her-mano (a), podamos un día salir al encuentro de Cristo, nuestra Vida, cuando él se manifieste en la plenitud de su gloria.

    Despedida

    V.- Concédele Señor, el descanso Etereno
    R.- Y brille para él/ella la luz que no tiene fin
    Que las almas de nuestro fieles difuntos descansen en paz, Amen

    Ritual de Exequias

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