Evangelio Lunes 29 de Diciembre 2025 - Lucas 2,22-35

Evangelio del dia

Evangelio Lunes 29 de Diciembre 2025 - Lucas 2,22-35

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Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe

Lectura del dia

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2,3-11:

Queridos hermanos:
En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos.
Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.
En esto conocemos que estamos en él.
Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó.
Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado.
Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo —y esto es verdadero en él y en vosotros—, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya.
Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Salmo

Salmo 95,1-2a.2b-3.5b-6
R/. Alégrese el cielo, goce la tierra

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

El Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R/.

Evangelio del día

Evangelio según San Lucas 2,22-35

Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.»
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
“luz para alumbrar a las naciones”
y gloria de tu pueblo Israel».
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre:
«Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».

Palabra del Señor

Evangelio Lunes 29 de Diciembre 2025 - Lucas 2,22-35

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Calendario Anual

Reflexion para el Evangelio de San Lucas 2,22-35

Este Evangelio es profundamente humano y espiritual.
Simeón representa a los que esperan fielmente al Señor, incluso en la vejez o el silencio de la vida. Su esperanza perseverante es recompensada: sus ojos ven la salvación.
Al tomar al Niño en brazos, Simeón proclama que la Luz de Dios ha llegado al mundo.
Esa luz no sólo alumbra a Israel, sino a todos los pueblos —es decir, a cada corazón que busca a Dios.
Pero junto a la alegría del encuentro, hay también una profecía de dolor: “Una espada te traspasará el alma.”
Estas palabras a María nos recuerdan que la fe auténtica une gozo y cruz, consuelo y entrega.
Amar a Cristo implica compartir también sus sufrimientos, pero con la certeza de que la luz no se apaga, incluso en medio del dolor.
Simeón ve en el Niño al Salvador.
Nosotros, al recibir a Jesús en la Eucaristía, también lo tomamos en nuestros brazos espirituales.
Y como él, podemos decir:
“Mis ojos han visto a tu Salvador.”

NOTA : El Evangelio del dia puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.

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