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Evangelio del dia

Evangelio Domingo 16 de Marzo 2025 - Lucas 9, 28b-36

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Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe Catolica

Domingo 16 de Marzo 2025

Primera lectura

Lectura del libro del Génesis 15, 5-12. 17-18

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo:
«Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas».
Y añadió:
«Así será tu descendencia».
Abrán creyó al Señor y se le contó como justicia.
Después le dijo:
«Yo soy el Señor que te saqué de Ur de los caldeos, para darte en posesión esta tierra».
Él replicó:
«Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?».
Respondió el Señor:
«Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón».
Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor concertó alianza con Abrán en estos términos:
«A tu descendencia le daré esta tierra, desde el río de Egipto al gran río Éufrates».

Salmo

Salmo 26, 1. 7-8a. 8b-9abc. 13-14
R. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Escúchame, Señor,
que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón:
«Buscad mi rostro».
Tu rostro buscaré, Señor. R/.
No me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 3, 17 – 4, 1

Hermanos, sed imitadores míos y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros.
Porque —como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos— hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas; solo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

Evangelio del día

Evangelio según San Lucas 9, 28b-36

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube.
Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Palabra del Señor

Evangelio Domingo 16 de Marzo 2025 - Lucas 9, 28b-36

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Reflexión

La lectura de San Lucas 9, 28b-36 nos narra la Transfiguración de Jesús, un momento de gran revelación y revelación espiritual para los discípulos. Jesús sube al monte con Pedro, Juan y Santiago, y mientras oraba, su rostro se transformó y su ropa se hizo resplandeciente. En este momento, aparecen Moisés y Elías, quienes conversan con Jesús sobre su exilio en Jerusalén, un simbolismo de la realización de las profecías y la obra de salvación que Cristo estaba por llevar a cabo.

Este pasaje nos invita a reflexionar sobre varios aspectos importantes de nuestra vida cristiana:

La Transfiguración como un momento de revelación:La transfiguración de Jesús no es solo un acto espectacular, sino una manifestación profunda de su divinidad. El rostro resplandeciente de Jesús muestra su gloria como Hijo de Dios, y la presencia de Moisés y Elías, representantes de la Ley y los Profetas, nos recuerda que Jesús es el cumplimiento de toda la revelación de Dios a la humanidad. Para nosotros, como discípulos de Cristo, este momento nos llama a reconocer la divinidad de Jesús y la importancia de vivir en comunión con Él, quien es la luz del mundo.

El llamado a escuchar a Jesús: En el momento de la transfiguración, se oye la voz del Padre que dice: "Este es mi Hijo, el elegido; escúchenlo". Este mandato nos llama a escuchar a Jesús no solo en los momentos de gloria, sino también en las dificultades de la vida. A veces, en el ajetreo de nuestra vida cotidiana, nos olvidamos de escuchar la voz de Cristo, pero Él está siempre invitándonos a seguirle y poner en práctica su enseñanza.

La montaña como lugar de encuentro con Dios: Jesús sube al monte para orar y encontrarse con el Padre. Las montañas en la tradición bíblica son lugares de encuentro con lo divino, donde los hombres y mujeres se acercan a Dios en busca de una experiencia transformadora. Para nosotros, las "montañas" pueden ser aquellos momentos de oración profunda, retiro espiritual o tiempo de reflexión en los que buscamos experimentar la presencia de Dios. Al igual que los discípulos, también necesitamos estos momentos para renovarnos en nuestra fe.

El testimonio de los discípulos: Cuando los discípulos se dan cuenta de lo que sucede, experimentan miedo y no saben cómo reaccionar. Pedro, en su entusiasmo, quiere construir tres tiendas para Jesús, Moisés y Elías, pero se les muestra que no se trata de una permanencia en esa gloria, sino de una misión que debe seguir adelante. Como discípulos, no debemos quedarnos en lo vivido, sino llevar la experiencia de Cristo transfigurado a nuestra vida cotidiana, enfrentando las dificultades con esperanza y fe en Él.

En conclusión, la Transfiguración nos recuerda que la gloria de Jesús no es algo que se limita a ciertos momentos de la historia, sino que está presente continuamente en nuestra vida cristiana. Nos invita a reconocer la divinidad de Cristo, a escucharlo y seguirlo, y a vivir nuestra fe con valentía y esperanza, especialmente cuando la vida se nos presenta difícil. La luz de Cristo ilumina nuestro camino y nos impulsa a dar testimonio de su amor y verdad al mundo.

NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.

El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.

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