Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Domingo 24 de Agosto 2025 - Lucas 13, 22-30
Primera lectura
Lectura del Profeta Isaías 66, 18-21
Esto dice el Señor:
«Yo, conociendo sus obras y sus pensamientos,
vendré para reunir
las naciones de toda lengua;
vendrán para ver mi gloria.
Les daré una señal, y de entre ellos
enviaré supervivientes a las naciones:
a Tarsis, Libia y Lidia (tiradores de arco),
Túbal y Grecia, a las costas lejanas
que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria.
Ellos anunciarán mi gloria a las naciones.
Y de todas las naciones, como ofrenda al Señor,
traerán a todos vuestros hermanos,
a caballo y en carros y en literas,
en mulos y dromedarios,
hasta mi santa montaña de Jerusalén
—dice el Señor—,
así como los hijos de Israel traen ofrendas,
en vasos purificados, al templo del Señor.
También de entre ellos escogeré
sacerdotes y levitas —dice el Señor—».
Salmo
Salmo 116, 1. 2
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Alabad al Señor todas las naciones,
aclamadlo todos los pueblos. R/.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos 12, 5-7. 11-13
Hermanos:
Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron:
«Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor,
ni te desanimes por su reprensión;
porque el Señor reprende a los que ama
y castiga a sus hijos preferidos».
Soportáis la prueba para vuestra corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues ¿qué padre no corrige a sus hijos?
Ninguna corrección resulta agradable, en el momento, sino que duele; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella.
Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, no se retuerce, sino que se cura.
Evangelio del día
Evangelio según San Lucas 13, 22-30
En Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo:
Señor, ábrenos;
pero él os dirá:
“No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir:
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá:
“No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».
Palabra del Señor
Evangelio Domingo 24 de Agosto 2025 - Lucas 13, 22-30
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Reflexión para el Evangelio de San Lucas 13, 22-30
"Esforzaos por entrar por la puerta estrecha"
En este pasaje del Evangelio según San Lucas, Jesús nos presenta una enseñanza profunda y desafiante sobre el camino hacia la salvación. A través de sus palabras, nos invita a reflexionar sobre la seriedad de nuestra respuesta al llamado de Dios, la urgencia de actuar ahora y la sorpresa que muchos experimentarán cuando llegue el momento del juicio.
El contexto de la enseñanza
Jesús está en camino hacia Jerusalén, enseñando a las multitudes que lo siguen. Alguien le pregunta: "¿Son pocos los que se salvan?" (Lc 13,23). En lugar de responder directamente, Jesús aprovecha la oportunidad para enfatizar la responsabilidad personal de cada individuo y la necesidad de esforzarse por entrar por la "puerta estrecha".
Él advierte: "Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos tratarán de entrar y no podrán" (Lc 13,24). Esta imagen simbólica subraya que el camino hacia la vida eterna no es fácil ni automático; requiere un compromiso activo y una conversión sincera.
La puerta estrecha y el esfuerzo necesario
La "puerta estrecha" representa el camino de la fe, la conversión y el seguimiento fiel a Cristo. Es un camino que exige renunciar a nuestros deseos egoístas, superar nuestras inclinaciones hacia el pecado y vivir de acuerdo con el Evangelio. No se trata simplemente de asistir a la Iglesia o de decir que somos cristianos; implica una transformación interior que se manifiesta en obras de amor, justicia y misericordia.
Jesús también nos recuerda que no podemos posponer nuestra decisión. Hay un tiempo limitado para entrar por esa puerta, y cuando ésta se cierre, ya no habrá más oportunidades. Dice: "Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, y estéis fuera y empecéis a llamar a la puerta diciendo: ‘Señor, ábrenos’, Él os responderá: ‘No sé de dónde sois’" (Lc 13,25).
Estas palabras son una advertencia sobre la importancia de actuar ahora. No podemos confiarnos en el mañana o pensar que nuestra salvación está garantizada sin un esfuerzo consciente.
La sorpresa del juicio
Jesús describe una escena impactante: muchas personas que creían estar seguras de su lugar en el Reino de Dios serán excluidas, mientras que otros, provenientes de lugares lejanos, entrarán. Dice: "Vendrán muchos del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios" (Lc 13,29).
Esta declaración revela dos verdades importantes:
La universalidad del Reino de Dios: No hay favoritismos ni privilegios basados en la nacionalidad, la cultura o el estatus social. Todos están invitados, pero solo aquellos que respondan con fe y obras entrarán.
La sorpresa del juicio: Muchos que parecen estar cerca de Dios (como los líderes religiosos de Israel) pueden quedar fuera, mientras que otros, considerados lejanos o marginados, serán bienvenidos.
Este mensaje subraya que la salvación no depende de nuestras apariencias externas o de nuestras conexiones religiosas, sino de nuestra relación auténtica con Dios.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.