Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Domingo 27 de Julio 2025 - Lucas 11, 1-13
Primera lectura
Lectura del libro del Génesis 18, 20-32
En aquellos días, el Señor dijo:
«El clamor contra Sodoma y Gomorra es fuerte y su pecado es grave: voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la queja llegada a mí; y si no, lo sabré».
Los hombres se volvieron de allí y se dirigieron a Sodoma, mientras Abrahán seguía en pie ante el Señor.
Abrahán se acercó y le dijo:
«¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás el lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de toda la tierra, ¿no hará justicia?».
El Señor contestó:
«Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos».
Abrahán respondió:
«Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza! Y si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?».
Respondió el Señor:
«No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco».
Abrahán insistió:
«Quizá no se encuentren más que cuarenta».
Él dijo:
«En atención a los cuarenta, no lo haré».
Abrahán siguió hablando:
«Que no se enfade mi Señor si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta?».
Él contestó:
«No lo haré, si encuentro allí treinta».
Insistió Abrahán:
«Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran allí veinte?».
Respondió el Señor:
«En atención a los veinte, no la destruiré».
Abrahán continuó:
«Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más: ¿Y si se encuentran diez?».
Contestó el Señor:
«En atención a los diez, no la destruiré».
Salmo
Salmo 137, 1-2a. 2bc-3. 6-7ab. 7c-8
R. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R/.
Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros, me conservas la vida;
extiendes tu mano contra la ira de mi enemigo. R/.
Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 2, 12-14
Hermanos:
Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él, por la fe en la fuerza de Dios que lo resucitó de los muertos.
Y a vosotros, que estabais muertos por vuestros pecados y la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó con él.
Canceló la nota de cargo que nos condenaba con sus cláusulas contrarias a nosotros; la quitó de en medio, clavándola en la cruz.
Evangelio del día
Evangelio según San Lucas 11, 1-13
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo:
«Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».
Y les dijo:
«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:
“No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».
Palabra del Señor
Evangelio Domingo 27 de Julio 2025 - Lucas 11, 1-13
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Reflexión para el Evangelio de San Lucas 11, 1-13
El pasaje de
San Lucas 11, 1-13 nos presenta una enseñanza fundamental sobre la oración y la confianza en la bondad de Dios. A través de la petición de los discípulos para que Jesús les enseñe a orar, el Señor revela el corazón del Padre celestial, quien siempre está dispuesto a escuchar y responder con amor las súplicas de sus hijos.
La Oración como Diálogo con Dios
Todo comienza cuando uno de los discípulos le pide a Jesús: "Señor, enséñanos a orar" (v. 1). Esta solicitud refleja un deseo profundo de aprender a conectarse con Dios de manera auténtica. En respuesta, Jesús les enseña el Padre Nuestro , una oración que condensa la esencia de nuestra relación con Dios. No se trata de palabras mágicas ni fórmulas rígidas, sino de un encuentro íntimo con nuestro Padre celestial.
El Padre Nuestro nos invita a reconocer a Dios como Padre amoroso y soberano ("Santificado sea tu nombre"), a buscar su voluntad antes que nuestros deseos personales ("Venga tu Reino"), y a depender de Él para nuestras necesidades diarias ("Danos hoy nuestro pan cotidiano"). También nos llama al perdón mutuo ("Perdona nuestras ofensas...") y a la protección contra el mal ("No nos dejes caer en la tentación").
Esta oración nos recuerda que la verdadera oración no es simplemente pedir cosas, sino abrirnos a la presencia transformadora de Dios en nuestras vidas.
La Persistencia en la Oración
Jesús continúa con una parábola sobre la persistencia en la oración. Narra la historia de un hombre que, habiendo recibido a un huésped inesperado en medio de la noche, va a la casa de su amigo para pedirle pan. Aunque el amigo inicialmente rehúsa por estar ya acostado, termina cediendo debido a la insistencia del que pide (vv. 5-8).
Esta parábola no implica que Dios sea como ese amigo indiferente que necesita ser convencido; más bien, subraya la importancia de la perseverancia en la oración. Jesús nos asegura: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá" (v. 9). Estas promesas nos animan a no rendirnos cuando las respuestas no lleguen inmediatamente, sabiendo que Dios escucha siempre y responde según su sabiduría y tiempo.
La Bondad del Padre Celestial
Finalmente, Jesús recalca la bondad infinita de Dios: "¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?" (vv. 11-12). Con estas preguntas retóricas, Jesús ilustra cómo los padres humanos, aunque imperfectos, naturalmente buscan lo mejor para sus hijos. ¡Cuánto más lo hará nuestro Padre celestial!
Dios no solo responde a nuestras oraciones, sino que lo hace desde un corazón de amor infinito. Jesús concluye con una promesa extraordinaria: "Si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!" (v. 13). Aquí, Jesús señala que la dádiva suprema que podemos recibir en la oración es el Espíritu Santo, fuente de toda gracia, consuelo y fortaleza.
Para Nuestra Vida
Aprender a Orar con Confianza: El Padre Nuestro es un modelo perfecto de oración. Nos enseña a hablar con Dios como un Padre amoroso, priorizando su gloria y su voluntad sobre nuestras propias preocupaciones.
Ser Perseverantes en la Oración: La vida cristiana está llena de momentos en que las respuestas parecen demorar. Sin embargo, debemos confiar en que Dios siempre actúa en nuestro favor, incluso cuando no entendemos sus caminos.
Confianza en la Bondad de Dios: Dios no juega con nosotros ni ignora nuestras súplicas. Él es un Padre bueno que conoce nuestras necesidades y nos da lo mejor, especialmente cuando pedimos el don del Espíritu Santo.
Depender de Dios en Todo: Así como un niño depende de su padre para cubrir sus necesidades, también nosotros estamos llamados a acudir a Dios en cada aspecto de nuestra vida, sabiendo que Él nunca nos abandona.
Las enseñanzas de Jesús en este pasaje nos recuerdan que la oración es un diálogo vital con nuestro Padre celestial, marcado por la confianza, la perseverancia y la gratitud. Que aprendamos a orar con el corazón abierto, sabiendo que Dios siempre nos escucha y responde según su amor infinito. Que pidamos sobre todo el don del Espíritu Santo, que transforma nuestras vidas y nos llena de paz y fuerza para vivir como verdaderos hijos de Dios.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.