Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe Catolica
Evangelio Jueves 10 de Abril
Lectura del día
Lectura del libro del Génesis 17, 3-9
En aquellos días, Abrán cayó rostro en tierra y Dios le habló así:
«Por mi parte, esta es mi alianza contigo: serás padre de muchedumbre de pueblos.
Ya no te llamarás Abrán, sino Abrahán, porque te hago padre de muchedumbre de pueblos. Te haré fecundo sobremanera: sacaré pueblos de ti, y reyes nacerán de ti.
Mantendré mi alianza contigo y con tu descendencia en futuras generaciones, como alianza perpetua. Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros. Os daré a ti y a tu descendencia futura la tierra en que peregrinas, la tierra de Canaán, como posesión perpetua, y seré su Dios».
El Señor añadió a Abrahán:
«Por tu parte, guarda mi alianza, tú y tus descendientes en sucesivas generaciones».
Salmo
Salmo 104, 4-5. 6-7. 8-9
R/. El Señor se acuerda de su alianza eternamente
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. R/.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R/.
Evangelio del día
Evangelio según San Juan 8, 51-59
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».
Los judíos le dijeron:
«Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre”? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».
Jesús contestó:
«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera “No lo conozco” sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».
Los judíos le dijeron:
«No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?».
Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy».
Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.
Palabra del Señor
Evangelio Jueves 10 de Abril 2025 - Juan 8, 51-59
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Reflexión del Evangelio de San Juan 8, 51-59
En este profundo pasaje del Evangelio de San Juan, Jesús revela su identidad de manera clara y directa, desafiando las expectativas de los líderes religiosos de su tiempo y afirmando su divinidad.
1. “El que guarda mi palabra no morirá para siempre”
Jesús promete vida eterna a quienes guardan su palabra.
Esto no significa que no experimentaremos la muerte física, sino que la muerte no tendrá la última palabra sobre nosotros.
Quien vive unido a Cristo y obedece su enseñanza, vive ya desde ahora una vida eterna que comienza en la fe.
2. El conflicto con los que no creen
Los judíos, al escuchar esto, no comprenden: “¿Acaso eres tú más grande que nuestro padre Abraham, que murió?”
Ellos ven solo lo humano y no pueden aceptar que Jesús sea más que un profeta.
Jesús no busca su propia gloria, sino la del Padre, y se revela como alguien que conoce verdaderamente a Dios porque viene de Él.
3. “Antes que Abraham existiera, Yo Soy”
Esta frase es central: “Yo Soy” es el nombre con el que Dios se reveló a Moisés (Éxodo 3,14).
Al decir esto, Jesús se presenta como el mismo Dios eterno, el Hijo del Padre, el que no tiene principio ni fin.
Es una declaración clara de su divinidad, y por eso los judíos intentan apedrearlo.
Para nuestra vida
Escuchar y guardar la palabra de Jesús con fe y amor, sabiendo que nos lleva a la vida eterna.
Reconocer a Cristo como verdadero Dios, presente y vivo entre nosotros.
Fortalecer nuestra fe, especialmente cuando no entendemos todo, confiando en que Él es el “Yo Soy”, el Dios que nos acompaña.
Ser valientes en testimoniar nuestra fe, aun cuando seamos incomprendidos, como lo fue Jesús.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.