Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe Catolica
Evangelio Miércoles 25 de Junio 2025 - San Mateo 7,15-20
Lectura del dia
Lectura del libro del Génesis 15,1-12.17-18:
En aquellos días, el Señor dirigió a Abrán, en una visión, la siguiente palabra:
«No temas, Abrán, yo soy tu escudo, y tu paga será abundante».
Abrán contestó:
«Señor, Dios ¿qué me vas a dar si soy estéril, y Eliezer de Damasco será el amo de mi casa?».
Abrán añadió:
«No me has dado hijos, y un criado de casa me heredará».
Pero el Señor le dirigió esta palabra:
«No te heredará ese, sino uno salido de tus entrañas será tu heredero».
Luego lo sacó afuera y le dijo:
«Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas».
Y añadió:
«Así será tu descendencia».
Abran creyó al Señor y se le contó como justicia.
Después le dijo:
«Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra».
Él replicó:
«Señor Dios, ¿cómo sabré que yo voy a poseerla?».
Respondió el Señor:
«Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón».
Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán, y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor concertó alianza con Abrán en estos términos:
«A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río Eufrates».
Salmo
Salmo 104,1-2.3-4.6-7.8-9
R/. El Señor se acuerda de su alianza eternamente
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R.
Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 7,15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis».
Palabra del Señor
Evangelio Miércoles 25 de Junio 2025 - San Mateo 7,15-20
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Reflexión para el Evangelio de San Mateo 7,15-20
La lectura de
San Mateo 7,15-20 nos presenta una advertencia profunda de Jesús sobre los falsos profetas y la importancia de discernir su verdadera naturaleza a través de sus frutos. Este pasaje forma parte del Sermón del Monte, donde Jesús enseña con autoridad sobre cómo vivir como discípulos auténticos en el Reino de Dios.
Jesús utiliza una imagen poderosa: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces". Con estas palabras, nos alerta sobre personas que pueden parecer piadosas y bienintencionadas, pero cuyas enseñanzas o acciones están lejos de la verdad y del Evangelio. Estos falsos profetas no se revelan inmediatamente; esconden sus intenciones bajo apariencias engañosas, lo que hace necesario un discernimiento cuidadoso.
Para identificarlos, Jesús nos ofrece un criterio claro: "Por sus frutos los conoceréis". Así como un árbol bueno produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos, las acciones y el testimonio de una persona revelan su verdadera naturaleza. No basta con las palabras dulces o los gestos externos; lo que importa es la coherencia entre lo que se dice y lo que se vive.
Este pasaje tiene implicaciones profundas tanto para nuestra relación personal con Dios como para nuestra interacción con el mundo. A continuación, exploramos algunas enseñanzas clave:
El peligro de los falsos profetas
Los falsos profetas no solo eran una amenaza en tiempos de Jesús; también existen hoy en día. Pueden ser personas, líderes, doctrinas o incluso tendencias culturales que promueven ideas contrarias al Evangelio, disfrazándolas de sabiduría o progreso. Nos llaman a apartarnos de la verdad y a buscar caminos que parecen más fáciles o atractivos, pero que en realidad nos alejan de Dios. Por eso, Jesús nos exhorta a estar atentos y a no dejarnos engañar por apariencias superficiales.
El discernimiento como virtud esencial
Para reconocer a los falsos profetas, necesitamos cultivar el discernimiento espiritual. Esto implica orar, estudiar las Escrituras y estar en comunión con la Iglesia, que es nuestro guía seguro en la fe. También significa evaluar las enseñanzas y conductas a la luz del Evangelio. ¿Nos acercan a Dios o nos alejan de Él? ¿Promueven el amor, la justicia y la paz, o siembran división, egoísmo y confusión?
Los frutos como medida de autenticidad
Jesús nos enseña que los frutos son la mejor prueba de la calidad de un árbol. En términos prácticos, esto significa que debemos observar las consecuencias de las palabras y acciones de una persona. Un mensaje puede sonar inspirador, pero si sus resultados son dañinos (por ejemplo, promover el odio, la injusticia o el desprecio por los más vulnerables), entonces es falso. Del mismo modo, nuestras propias vidas deben producir frutos buenos: caridad, humildad, paciencia, perdón y servicio desinteresado.
Una advertencia para nosotros mismos
Este pasaje no solo nos invita a juzgar a otros; también nos desafía a examinarnos a nosotros mismos. ¿Qué tipo de frutos estamos produciendo en nuestra vida cristiana? Si nuestras acciones no reflejan el amor de Cristo, entonces algo está fallando en nuestra relación con Él. Como dice San Pablo en Gálatas 5,22-23, el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Estos deben ser visibles en nuestra vida diaria.
La responsabilidad de ser auténticos discípulos
Jesús concluye diciendo: "Todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa al fuego". Esta afirmación nos recuerda que nuestras elecciones tienen consecuencias eternas. No podemos pretender ser seguidores de Cristo mientras vivimos de manera contraria a su Evangelio. Ser discípulo implica comprometernos plenamente con la verdad y dar testimonio de ella con nuestras palabras y obras.
Que esta lectura nos impulse a ser árboles que dan buenos frutos, fieles al Evangelio y comprometidos con llevar el amor de Cristo al mundo. ¡Que nuestra vida sea un testimonio vivo de la verdad que hemos recibido!
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.