Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe

Evangelio Sábado 16 de Agosto 2025 - Mateo 19, 13-15

Lectura del día

Lectura del libro de Josué 24,14-29:

En aquellos días, hablaba Josué continuó al pueblo diciendo:
«Pues bien: temed al Señor, servidle con toda sinceridad; quitad de en medio los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del Río y en Egipto; y servid al Señor. Pero si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país habitáis; que yo y mi casa serviremos al Señor».

El pueblo respondió:
«¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir a otros dioses! Porque el Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de Egipto, de la casa de la esclavitud; y quien hizo ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios y nos guardo en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos por los que atravesamos. Además el Señor expulsó ante nosotros a los pueblos amorreos que habitaban el país. También nosotros serviremos al Señor: ¡porque él es nuestro Dios!».
Y Josué dijo al pueblo:
«No lograréis servir al Señor, porque es un Dios santo, un Dios celoso. No perdonará vuestros delitos ni vuestros pecados. Si abandonáis al Señor y servís a dioses extranjeros, él también se volverá contra vosotros y, después de haberos hecho tanto bien, os maltratará y os aniquilará».
El pueblo le respondió:
«¡No! Nosotros serviremos al Señor».
Josué insistió:
«Vosotros sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido al Señor para servirle» Respondieron:
«¡Testigos somos!».
Josué contestó:
« Entonces, quitad de en medio los dioses extranjeros que conserváis, e inclinad vuestro corazón hacia el Señor, Dios de Israel».
El pueblo respondió:
«¡Al Señor, nuestro Dios serviremos y obedeceremos su voz».
Aquel día, Josué selló una alianza con el pueblo y les dio leyes y mandatos en Siquén. Josué escribió estas palabras en el libro de la ley de Dios. Cogió una gran piedra y la erigió allí, bajo la encina que hay en el santuario del Señor,.
Y dijo Josué a todo el pueblo:
«Mirad esta piedra será testigo contra nosotros, porque ha oído todas las palabras que el Señor nos ha dicho. Ella será testigo contra vosotros, para que no podáis renegar de vuestro Dios».
Luego Josué despidió al pueblo, cada cual a su heredad.
Y después de todo esto, murió Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años.

Salmo

Salmo 15,1-2a.5.7-8.11
R/. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano. R.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R.

Evangelio del día

Evangelio según San Mateo 19, 13-15

En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban.
Jesús dijo:
«Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos».
Les impuso las manos y se marchó de allí.

Palabra del Señor

Evangelio Sábado 16 de Agosto 2025 - Mateo 19, 13-15

Anterior  |  Sábado 16  |  Siguiente

Calendario Anual

Reflexión para el Evangelio de San Mateo 19, 13-15

Este breve pero profundo pasaje nos presenta a Jesús acogiendo a los niños que se le presentan, a pesar de la resistencia inicial de los discípulos. A través de este episodio, Jesús nos enseña sobre la importancia de la sencillez, la humildad y la apertura al Reino de Dios. Este texto es una invitación a reconocer el valor de los pequeños y a adoptar su actitud para entrar en comunión con Dios.

Los niños y el Reino de los Cielos
En el relato, algunos padres llevan a sus hijos pequeños a Jesús para que los bendiga. Sin embargo, los discípulos intentan alejarlos, quizás pensando que Jesús estaba demasiado ocupado o que los niños no eran lo suficientemente importantes. Pero Jesús responde con firmeza: "Dejad a los niños, y no les impidáis venir a mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos."

Con estas palabras, Jesús subraya que los niños tienen un lugar especial en el Reino de Dios. Su inocencia, confianza y dependencia reflejan las actitudes necesarias para acercarse a Dios. Los adultos, con frecuencia atrapados en su orgullo, autosuficiencia o preocupaciones, necesitan aprender de los niños cómo relacionarse con el Padre celestial.

Después de abrazar a los niños, Jesús les imparte su bendición, mostrándonos que nadie es demasiado pequeño o insignificante para recibir su amor y gracia. Esta escena también nos recuerda que todos somos llamados a acercarnos a Dios con un corazón abierto y confiado, como el de un niño.

Lecciones para nuestra vida
El valor de los pequeños: Jesús nos muestra que los niños son importantes para el Reino de Dios. Nos invita a cuidar, proteger y valorar a los más vulnerables, ya que en ellos vemos el rostro de Cristo (cf. Mt 25,40). Esto nos desafía a trabajar por la justicia y la defensa de los derechos de los niños en nuestra sociedad.
La actitud del niño: Para entrar en el Reino de los Cielos, debemos ser como niños: humildes, confiados y dependientes de Dios. La fe no es algo que logramos por nuestros propios méritos, sino un don que recibimos con gratitud y sencillez.
Rechazar el espíritu del mundo: Los discípulos inicialmente rechazan a los niños, tal vez influenciados por valores mundanos que priorizan lo que parece importante o productivo. Jesús nos llama a despojarnos de estos prejuicios y a valorar lo que realmente importa: el amor, la humildad y la cercanía con Él.

Las palabras y acciones de Jesús en este pasaje nos invitan a acoger a los pequeños, tanto literal como espiritualmente. Nos recuerdan que el Reino de Dios pertenece a aquellos que viven con sencillez y confianza en su amor. Que este texto nos inspire a ser como niños en nuestra relación con Dios, abriendo nuestro corazón a su gracia y compartiendo su ternura con los demás. ¡Aleluya! Cristo vive y nos enseña el camino de la humildad y el amor.

NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.