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Evangelio del dia

Evangelio Viernes 15 de Agosto 2025

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Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe

La Asunción de la Virgen María

Evangelio Viernes 15 de Agosto 2025 - Lucas 1, 39-56

Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis 11, 19a; 12, 1. 3-6a. 10ab

Se abrió en el cielo el santuario de Dios y apareció en su santuario el arca de su alianza.
Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz.
Y apareció otra signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra.
Y el dragón se puso en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando lo diera a luz.
Y dio a luz un hijo varón, destinado el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro, y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios.
Y oí una gran voz en el cielo que decía:
«Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo».

Salmo

Salmo 44, 10. 11-12. 16
R/. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir

Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir. R/.

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor. R/.

Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-27a

Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.

Evangelio del día

Evangelio según San Lucas 1, 39-56

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” - como lo había prometido a “nuestros padres” - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.

Palabra del Señor

Evangelio Viernes 15 de Agosto 2025 - Lucas 1, 39-56

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Reflexión para el Evangelio de San Lucas 1, 39-56

Este pasaje, conocido como la Visita de María a Isabel y el Magníficat , es uno de los más hermosos y significativos del Nuevo Testamento. Nos presenta no solo un encuentro entre dos mujeres embarazadas, sino también una profunda celebración de la fe, la humildad y la acción transformadora de Dios en la historia. A través de este texto, somos invitados a contemplar el misterio de la Encarnación y a aprender de la respuesta total de María al plan divino.

El encuentro entre María e Isabel
Después de recibir la noticia del ángel Gabriel de que sería la madre del Mesías, María se apresura a visitar a su parienta Isabel, quien está en el sexto mes de su embarazo con Juan el Bautista. Este gesto refleja la preocupación amorosa y la solidaridad de María hacia su prima. No piensa primero en sí misma ni en su propio asombro por lo que le ha sucedido; en cambio, se pone en camino para servir y acompañar a Isabel.

Cuando María llega, Isabel, llena del Espíritu Santo, exclama: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!" Esta proclamación reconoce la grandeza de María y la presencia de Jesús en su seno. Además, Isabel alaba a María por su fe: "¡Dichosa tú que has creído que se cumplirían las cosas que te fueron dichas de parte del Señor!"

Aquí vemos cómo la fe de María es un modelo para todos nosotros. Ella no solo creyó en las palabras del ángel, sino que también actuó con confianza y generosidad, respondiendo al llamado de Dios sin dudar.

El Magníficat: Himno de alabanza
María responde con el Magníficat , un cántico de alabanza que expresa su profundo reconocimiento de la grandeza de Dios. En sus palabras, María celebra cómo Dios ha obrado en su vida y en la historia de la humanidad:

"Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador." María reconoce que toda su alegría y dignidad provienen de Dios. Su humildad es evidente cuando dice: "Porque ha mirado la pequeñez de su esclava."
"Ha hecho proezas con su brazo; ha dispersado a los soberbios de corazón." Este himno subraya la justicia divina: Dios derriba a los poderosos y levanta a los humildes. Él da a los hambrientos de pan y despide vacíos a los ricos.
El Magníficat es un recordatorio de que Dios actúa siempre en favor de los pobres y oprimidos. Es un canto de esperanza para aquellos que sufren y una advertencia para quienes confían únicamente en su propio poder.


Lecciones para nuestra vida
La humildad y la fe de María: María es modelo de entrega total a la voluntad de Dios. Su "hágase" (Lc 1,38) nos enseña a confiar en el plan de Dios, incluso cuando no entendemos completamente sus caminos.
La importancia de la comunidad y la solidaridad: La visita de María a Isabel nos muestra la importancia de apoyarnos mutuamente, especialmente en momentos de necesidad. La fe compartida fortalece nuestras relaciones y nos une en la misión de Dios.
El reconocimiento de la acción de Dios: El Magníficat es un recordatorio de que Dios está activo en el mundo, trabajando para restaurar la justicia y la paz. Somos llamados a ser colaboradores de esta obra, viviendo con humildad y comprometiéndonos con los más vulnerables.
La alabanza y la gratitud: Como María, estamos llamados a engrandecer al Señor en medio de nuestras circunstancias, reconociendo que todo lo bueno proviene de Él.


La Visita de María a Isabel y el Magníficat son un llamado a vivir con fe, humildad y gratitud, imitando el ejemplo de María. Que este pasaje nos inspire a abrir nuestro corazón a la acción de Dios, a servir a los demás con amor y a alabar al Señor por sus maravillas. ¡Aleluya! Cristo vive y María nos guía en el camino de la fe y la caridad.

NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.

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