Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Viernes 11 de Julio 2025 - Mateo 19, 27-29
Lectura del día
Lectura del libro de los Proverbios 2, 1-9
Hijo mío, si aceptas mis palabras,
si quieres conservar mis consejos,
si prestas oído a la sabiduría
y abres tu mente a la prudencia;
si haces venir a la inteligencia
y llamas junto a ti a la prudencia;
si la procuras igual que el dinero
y la buscas lo mismo que un tesoro,
comprenderás lo que es temer al Señor
y alcanzarás el conocimiento de Dios.
Porque el Señor concede sabiduría,
de su boca brotan saber e inteligencia;
atesora acierto para el hombre recto,
es escudo para el de conducta intachable;
custodia la senda del honrado,
guarda el camino de sus fieles.
Entonces podrás comprender
justicia, derecho y rectitud,
el camino que lleva a la felicidad.
Salmo
Salmo 33, 2-11
R/. Bendigo al Señor en todo momento
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa en torno
a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 19, 27-29
En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús:
«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna».
Palabra del Señor
Evangelio Viernes 11 de Julio 2025 - Mateo 19, 27-29
Anterior |

Viernes 11 |
Siguiente
Calendario Anual
Reflexión para el Evangelio de San Mateo 19, 27-29
El pasaje de
San Mateo 19, 27-29 nos presenta una conversación profunda entre Jesús y Pedro, en la que se revela el corazón del discipulado cristiano y las promesas eternas que acompañan la entrega total a Dios. Este texto no solo responde a las inquietudes de los apóstoles, sino que también nos invita a reflexionar sobre el costo y la recompensa de seguir a Cristo.
Pregunta de Pedro: ¿Qué Recibiremos?
Pedro, en nombre de los demás apóstoles, le pregunta a Jesús: "Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?" (v. 27). Esta pregunta refleja tanto un deseo sincero de entender el significado de su sacrificio como una preocupación legítima por el futuro. Los apóstoles habían abandonado sus redes, sus familias y sus medios de vida para seguir a Jesús, y ahora buscan comprender qué les espera en esta nueva vida.
Esta pregunta tiene resonancia en nuestras vidas hoy. Muchas veces, cuando decidimos seguir a Cristo, enfrentamos sacrificios y renuncias. Podemos preguntarnos: ¿vale la pena dejar atrás ciertas comodidades, ambiciones o relaciones por el Evangelio? La respuesta de Jesús es clara y contundente.
La Promesa de Jesús: Una Recompensa Eterna
Jesús responde asegurando que quienes abandonan todo por su causa recibirán cien veces más en esta vida y, lo más importante, la vida eterna en el Reino de los cielos. "Os aseguro que nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por mi nombre y por el Evangelio, dejará de recibir cien veces más ahora en este tiempo... y en la edad futura la vida eterna" (vv. 28-29).
Esta promesa tiene dos dimensiones clave:
Recompensa en esta vida: Jesús no ignora las pérdidas temporales que implica el discipulado. Sin embargo, asegura que quienes le siguen encontrarán una familia espiritual en la comunidad de fe, una red de hermanos y hermanas que los apoyan y acompañan. La Iglesia misma es esa "cien veces más" que Jesús promete aquí y ahora.
Recompensa eterna: Más allá de cualquier ganancia terrenal, la verdadera recompensa es la vida eterna en el Reino de Dios. Esta promesa trasciende cualquier sacrificio temporal, porque lo que recibimos en el cielo no tiene comparación con nada en esta tierra.
Este mensaje nos recuerda que el discipulado cristiano no es una pérdida, sino una inversión eterna. Lo que entregamos a Dios nunca se pierde; más bien, se multiplica en bendiciones que superan nuestra imaginación.
El Contexto del Juicio Final
Jesús introduce su respuesta con una referencia al juicio final: "En verdad os digo que vosotros, que me habéis seguido, cuando el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel" (v. 28). Esta imagen subraya la grandeza del llamado apostólico y la participación especial que los discípulos tendrán en la gloria de Cristo.
Para nosotros, esto significa que el seguimiento de Jesús no es solo un acto de renuncia, sino también una vocación a compartir su misión y su gloria. Somos llamados a ser colaboradores de Cristo en la construcción de su Reino, sabiendo que nuestra fidelidad será recompensada en la vida eterna.
Para Nuestra Vida
El valor del sacrificio: Seguir a Cristo puede implicar dejar atrás cosas que valoramos profundamente. Sin embargo, estas renuncias no son pérdidas, sino ofrendas que abren espacio para recibir las bendiciones de Dios. Debemos confiar en que Él siempre proveerá.
La importancia de la comunidad: La promesa de "cien veces más" incluye la riqueza de pertenecer a una comunidad de fe. La Iglesia es nuestra familia espiritual, donde encontramos apoyo, amor y propósito.
La esperanza eterna: El horizonte último del discipulado no está en esta vida, sino en la próxima. La vida eterna es la recompensa suprema, y debemos vivir con nuestros ojos puestos en el cielo mientras servimos en la tierra.
Generosidad sin medida: Jesús nos invita a dar sin calcular, sabiendo que Él devolverá abundantemente. No se trata de una transacción comercial, sino de una relación de amor y confianza.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.