Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Celebración Santiago Apóstol
Evangelio Viernes 25 de Julio 2025 - Mateo 20, 20-28
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 33; 5, 12. 27b-33; 12, 2
En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y se los miraba a todos con mucho agrado.
Por mano de los apóstoles se realizaban muchos signos y prodigios en medio del pueblo.
Todos se reunían con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón.
Les hicieron comparecer ante el Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó, diciendo:
«¿No os habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese nombre? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre».
Pedro y los apóstoles replicaron:
«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra, haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que lo obedecen».
Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.
El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.
Salmo
Salmo 66, 2-3. 5. 7-8
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
todos los confines de la tierra. R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 7-15
Hermanos:
Llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros.
Atribulados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, mas no aniquilados, llevando siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Pues, mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De este modo, la muerte actúa en nosotros, y la vida en vosotros.
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Pues todo esto es para vuestro bien, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 20, 20-28
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor
Evangelio Viernes 25 de Julio 2025 - Mateo 20, 20-28
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Reflexión para el Evangelio de San Mateo 20, 20-28
El pasaje de
San Mateo 20, 20-28 presenta una lección profunda sobre el verdadero significado del liderazgo y la grandeza en el Reino de Dios. A través de un episodio aparentemente mundano —la solicitud de los hijos de Zebedeo por puestos de honor—, Jesús revela que el camino hacia la grandeza no es el poder ni la ambición personal, sino el servicio humilde y el sacrificio por los demás.
La Petición de Santiago y Juan
La madre de Santiago y Juan, dos de los discípulos más cercanos a Jesús, se acerca a Él con una audaz solicitud: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu Reino" (v. 21). Esta petición refleja una comprensión equivocada del Reino de Dios. Los discípulos aún esperaban un reino terrenal glorioso, donde ocuparían posiciones de poder y prestigio junto a su Maestro.
Jesús responde con paciencia, pero también con claridad: "No sabéis lo que pedís" (v. 22). Les pregunta si están dispuestos a beber el cáliz que Él va a beber y a ser bautizados con el bautismo que Él recibirá, referencias simbólicas a su sufrimiento y muerte en la cruz. Aunque responden afirmativamente, sus palabras son impulsivas e ingenuas, sin comprender plenamente el costo del seguimiento.
El Liderazgo como Servicio
Ante la indignación de los otros discípulos, quienes probablemente sentían celos o resentimiento por la solicitud egoísta, Jesús aprovecha la oportunidad para enseñar una lección crucial sobre el liderazgo en el Reino de Dios: "Sabéis que los gobernantes de las naciones las dominan, y que los grandes ejercen sobre ellas su poder. No será así entre vosotros; antes bien, el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo" (vv. 25-27).
Este contraste es fundamental. En el mundo, el poder suele asociarse con el control, la autoridad y el privilegio personal. Sin embargo, en el Reino de Dios, la grandeza se mide por la capacidad de servir y entregarse por los demás. Jesús mismo es el modelo perfecto de este principio, ya que "el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos" (v. 28).
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.