Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Lunes 30 de Junio 2025 - Mateo 8,18-22
Lectura del día
Lectura del libro del Génesis 18,16-33:
Los hombres se levantaron de junto a la encina de Mambré, miraron hacia Sodoma. Abrahán los acompañaba para despedirlos.
El Señor pensó:
«¿Puedo ocultarle a Abrahán lo que voy a hacer? Abrahán se convertirá en un pueblo grande y numeroso, y en él se bendecirán todos los pueblos de la tierra. Lo he escogido para que mande a sus hijos, a su casa y a sus sucesores que guarden el camino del Señor, practicando la justicia y el derecho; y así cumplirá el Señor a Abrahán lo que le ha prometido».
El Señor dijo:
«El clamor contra Sodoma y Gomorra es fuerte y su pecado es grave: voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la acusación; y si no, lo sabré».
Los hombres se volvieron de allí y se dirigieron a Sodoma, mientras Abrahán seguía en pie ante el Señor. Abrahán se acercó y le dijo:
«¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás el lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?».
El Señor contestó:
«Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos».
Abrahán respondió:
«Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Y si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?».
Respondió el Señor:
«No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco».
Abrahán insistió:
«Quizá no se encuentren más que cuarenta».
Le respondió:
«En atención a los cuarenta, no lo haré».
Abrahán siguió hablando:
«Que no se enfade mi Señor, si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta? ».
Él respondió:
«No lo haré, si encuentro allí treinta».
Insistió Abrahán:
«Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran sólo veinte? ».
Respondió el Señor:
«En atención a los veinte, no la destruiré».
Abrahán continuó:
«Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez? »
Contestó el Señor:
«En atención a los diez, no la destruiré».
Cuando terminó de hablar con Abrahán, el Señor se fue; y Abrahán volvió a su lugar.
Salmo
Salmo 102
R/. El Señor es compasivo y misericordioso
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.
El perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen. R.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 8,18-22
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de cruzar a la otra orilla.
Se le acercó un escriba y le dijo:
«Maestro, te seguiré adonde vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza».
Otro, que era de los discípulo, le dijo:
«Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre».
Jesús le replicó:
«Tú, sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos».
Palabra del Señor
Evangelio Lunes 30 de Junio 2025 - Mateo 8,18-22
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Reflexión para el Evangelio de Mateo 8,18-22
La lectura de
Mateo 8,18-22 nos presenta dos breves pero profundas escenas en las que Jesús interactúa con personas que expresan su deseo de seguirlo. A través de estas conversaciones, el Señor nos enseña sobre el costo del discipulado y la radicalidad de la vida cristiana. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra propia disposición para seguir a Cristo y las prioridades que debemos tener como sus discípulos.
En este texto, Jesús está rodeado por una multitud cuando decide cruzar al otro lado del lago. Antes de partir, se acercan a Él dos hombres con intenciones aparentemente buenas: uno dice que lo seguirá adondequiera que vaya, y otro pide permiso para enterrar a su padre antes de unirse a Él. Sin embargo, las respuestas de Jesús son sorprendentes y desafiantes. Al primero, le advierte sobre las dificultades de seguirlo: "Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza." Al segundo, le dice: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú, ve a anunciar el Reino de Dios."
Estas palabras revelan que ser discípulo de Jesús implica renunciar a comodidades, ataduras terrenales y distracciones que podrían apartarnos de la misión divina. El llamado de Cristo es urgente y demanda una entrega total.
El costo del discipulado
La respuesta de Jesús al primer hombre nos recuerda que seguirlo no es un camino fácil o cómodo. No podemos esperar riquezas, seguridad material o estabilidad en este mundo si ponemos a Cristo en el centro de nuestras vidas. Ser discípulo implica abrazar la cruz, renunciar a nuestros deseos egoístas y confiar plenamente en la providencia divina. ¿Estamos dispuestos a abandonar nuestras "madrigueras" y "nidos" para seguir a Cristo dondequiera que nos lleve?
La urgencia del Reino
La respuesta de Jesús al segundo hombre puede parecer dura a primera vista, pero subraya la importancia de priorizar el evangelio sobre cualquier otra cosa. Enterrar a un padre era una obligación sagrada en la cultura judía, pero Jesús llama a este hombre a algo aún más urgente: anunciar el Reino de Dios. Esto nos enseña que no debemos permitir que nuestras responsabilidades o apegos terrenales nos distraigan de la misión que Dios nos ha confiado. Como discípulos, estamos llamados a ser mensajeros del Evangelio en todo momento.
Renunciar a los apegos mundanos
Las palabras de Jesús: "Deja que los muertos entierren a sus muertos" simbolizan la necesidad de dejar atrás aquello que nos ata al mundo y nos impide avanzar en nuestra vida espiritual. Esto no significa descuidar nuestras responsabilidades familiares o sociales, sino reconocer que el amor a Dios debe ser nuestra prioridad absoluta. Los "muertos" aquí representan a aquellos que viven sin Dios, preocupados solo por asuntos temporales. Nosotros, como discípulos, debemos vivir enfocados en lo eterno.
La radicalidad del seguimiento
Seguir a Cristo exige una decisión firme y radical. No podemos servir a dos señores (Mt 6,24). Si queremos ser verdaderos discípulos, debemos estar dispuestos a renunciar a todo lo que nos aleje de Él. Esto incluye no solo bienes materiales, sino también relaciones, hábitos o proyectos que puedan obstaculizar nuestra misión de anunciar el Reino.
Ser luz en el mundo
Ambas respuestas de Jesús destacan la misión evangelizadora de los discípulos. No estamos llamados a permanecer en nuestras zonas de confort, sino a salir al encuentro de los demás con el mensaje de salvación. Como dijo San Pablo: "Anunciamos a Cristo crucificado" (1 Co 1,23), enfrentando cualquier dificultad con la certeza de que vale la pena.
En resumen, este texto nos recuerda que seguir a Cristo no es simplemente una opción conveniente, sino un compromiso total que exige sacrificio y entrega. ¡Que esta lectura nos impulse a ser testigos fieles del Evangelio, anunciando el Reino de Dios con nuestras palabras y acciones!
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.