Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Lunes 4 de Agosto 2025 - Mateo 14,13-21
Lectura del día
Lectura del libro de los Números 11,4b-15
En aquellos días, dijeron los hijos de Israel:
«¡Quién nos diera carne para comer! ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, y de los pepinos y melones y puerros y cebollas y ajos. En cambio ahora se nos quita el apetito de no ver más que maná».
(El maná se parecía a semilla de coriandro, y tenía color de bedelio; el pueblo se dispersaba para recogerlo, lo molían en la muela o lo machacaban en el almirez, lo cocían en la olla y hacían con él hogazas que sabían a pan de aceite. Por la noche caía el rocío en el campamento y, encima de él, el maná).
Moisés oyó cómo el pueblo, una familia tras otra, cada uno a la entrada de su tienda, provocando la ira del Señor; y disgustado, dijo al Señor:
«¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿Por qué no he hallado gracia a tus ojos, sino que me haces cargar con todo este pueblo? ¿He concebido yo a todo este pueblo o lo he dado a luz, para que me digas: "Coge en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que prometí con juramento a sus padres?" ¿De dónde voy a sacar carne para repartirla a todo el pueblo, que me viene llorando: "Danos de comer carne"? Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas. Si me vas a tratar así, hazme morir, por favor, si he hallado gracia a tus ojos; así no veré más mi desventura».
Salmo
Salmo 80, 12-13.14-15.16-17
R/. Aclamad a Dios, nuestra fuerza
Mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos. R.
¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios. R.
Los que aborrecen al Señor te adularían,
y su suerte quedarla fijada;
los alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre. R.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 14,13-21
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados.
Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle:
«Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer».
Jesús les replicó:
«No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer».
Ellos le replicaron:
«Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces».
Les dijo:
«Traédmelos».
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor
Evangelio Lunes 4 de Agosto 2025 - Mateo 14,13-21
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Reflexión para el Evangelio de San Mateo 14,13-21
El pasaje de
San Mateo 14, 13-21 relata uno de los milagros más conocidos y significativos de Jesús: la multiplicación de los panes y los peces. Este episodio no solo demuestra el poder divino de Cristo, sino que también nos invita a reflexionar sobre la compasión de Dios, la importancia de compartir lo que tenemos y la abundancia de su providencia. A través de este milagro, vemos cómo Jesús responde a las necesidades humanas con amor infinito y nos enseña a confiar plenamente en su cuidado.
La retirada de Jesús y su compasión
El texto comienza con Jesús retirándose a un lugar solitario después de enterarse de la muerte de Juan el Bautista. Sin embargo, las multitudes, al saber dónde estaba, lo siguieron. A pesar de su deseo de estar a solas para orar y procesar su dolor, Jesús "tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos". Aquí vemos un ejemplo profundo del corazón misericordioso de Cristo. Su amor por los demás supera sus propias necesidades y emociones, mostrándonos que el servicio y la atención a los demás deben ser prioridades en nuestra vida.
Esta escena también nos recuerda que, aunque a veces deseamos alejarnos del mundo para descansar o rezar, Dios puede llamarnos de vuelta al servicio cuando hay personas que necesitan nuestra ayuda. La compasión de Jesús es un modelo para nosotros: debemos estar dispuestos a abrir nuestros corazones a quienes sufren, incluso cuando eso implique sacrificio.
El milagro de la multiplicación
Cuando llega la tarde, los discípulos sugieren a Jesús que despida a la multitud para que puedan ir a buscar comida. Sin embargo, Jesús les responde: "Dadles vosotros de comer". Los discípulos, desconcertados, señalan que solo tienen cinco panes y dos peces, una cantidad insuficiente para alimentar a miles de personas. Pero Jesús, con una actitud de gratitud y confianza, toma esos alimentos, pronuncia una bendición y los multiplica, alimentando a todos con abundancia.
Este milagro subraya varias lecciones importantes:
La generosidad transformadora :
Los cinco panes y los dos peces simbolizan nuestras pequeñas ofrendas y recursos humanos limitados. A menudo pensamos que lo que tenemos no es suficiente para hacer una diferencia, pero este milagro nos muestra que cuando ponemos nuestras vidas, talentos y recursos en manos de Dios, Él puede realizar cosas extraordinarias. La clave está en la disposición de dar lo poco que tenemos con fe y confianza.
La providencia divina :
El milagro también revela la abundante providencia de Dios. No solo se satisfizo el hambre de la multitud, sino que sobraron doce canastas de comida. Esto nos recuerda que Dios no solo provee exactamente lo que necesitamos, sino que lo hace con generosidad. Nuestra tarea es confiar en su bondad y no dejarnos llevar por el temor a la escasez.
La Eucaristía prefigurada :
Este milagro tiene un profundo simbolismo eucarístico. Al tomar los panes, bendecirlos, partirlos y repartirlos, Jesús anticipa la institución de la Eucaristía, donde Él mismo se entrega como alimento espiritual para la vida eterna. Nos recuerda que Cristo no solo satisface nuestras necesidades físicas, sino que también nutre nuestras almas con su Cuerpo y Sangre.
Un llamado a la solidaridad y la confianza
El milagro de la multiplicación de los panes y los peces también contiene un mensaje social importante. En un mundo donde muchas personas enfrentan hambre y pobreza, este pasaje nos llama a ser solidarios y compartir lo que tenemos con los demás. Jesús no rechazó a la multitud ni les dijo que buscaran comida por su cuenta; en cambio, actuó con misericordia y los alimentó. Como discípulos de Cristo, estamos llamados a imitar su ejemplo, practicando la caridad y trabajando por la justicia social.
Además, este milagro nos invita a confiar en la provisión de Dios. A menudo nos preocupamos por el futuro o por nuestras limitaciones, pero Jesús nos recuerda que Él puede multiplicar lo que ofrecemos si lo entregamos con fe. No necesitamos tenerlo todo bajo control; basta con confiar en su amor y sabiduría.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.