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Evangelio del dia

Evangelio Martes 29 de Julio 2025

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Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe

Evangelio Martes 29 de Julio 2025 - Juan 11, 19-27

Lectura del día

Lectura del libro del Éxodo 33, 7-11; 34, 5b-9. 28

En aquellos días, Moisés levantó la tienda de Dios y la plantó fuera, a distancia del campamento, y la llamó «Tienda del Encuentro». El que deseaba visitar al Señor, salía fuera del campamento y se dirigía a la Tienda del Encuentro.
Cuando Moisés salía en dirección a la tienda, todo el pueblo se levantaba y esperaba a la entrada de sus tiendas, mirando a Moisés hasta que este entraba en la tienda. En cuanto Moisés entraba en la tienda, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la tienda, mientras el Señor hablaba con Moisés.
Cuando el pueblo veía la columna de nube a la puerta de la tienda, se levantaba y se postraba cada uno a la entrada de su tienda.
El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo. Después Moisés volvía al campamento, mientras Josué, hijo de Nun, su joven ayudante, no se apartaba del interior de la tienda.
Moisés se quedó en la presencia del Señor, y pronunció su nombre.
El Señor pasó ante él proclamando:
«Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad, que mantiene la clemencia hasta la milésima generación, que perdona la culpa, el delito y el pecado, pero no los deja impunes y castiga la culpa de los padres en los hijos y nietos, hasta la tercera y cuarta generación».
Moisés al momento se inclinó y se postró en tierra.
Y le dijo:
«Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque es un pueblo de dura cerviz; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya».
Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días con sus cuarenta noches: sin comer pan ni beber agua; y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las Diez Palabras.

Salmo

Salmo 102, 6-7. 8-9. 10-11. 12-13
R. El Señor es compasivo y misericordioso

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R.
No nos trata como merecen nuestros pecados

ni nos paga según nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen. R.

Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles. R.

Evangelio del día

Evangelio según San Juan 11, 19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

Palabra del Señor

Evangelio Martes 29 de Julio 2025 - Juan 11, 19-27

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Reflexión para el Evangelio de San Juan 11, 19-27

El pasaje de San Juan 11, 19-27 narra el encuentro entre Jesús y Marta, justo antes de la resurrección de Lázaro. Este episodio es una poderosa lección sobre la fe, la esperanza y la confianza en la promesa de la vida eterna. A través del diálogo entre Jesús y Marta, se revela el corazón mismo del mensaje cristiano: Jesucristo es la resurrección y la vida, y en Él encontramos la plenitud de la esperanza.

La Fe de Marta
Cuando Jesús llega a Betania, Marta sale a su encuentro y le dice: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá" (vv. 21-22). Estas palabras reflejan tanto la fe de Marta como su dolor. Por un lado, reconoce que Jesús tiene un poder especial ante Dios; por otro, expresa su tristeza porque siente que llegó demasiado tarde para salvar a Lázaro.

Jesús responde con una afirmación transformadora: "Tu hermano resucitará" (v. 23). Marta interpreta esto dentro de la esperanza judía de la resurrección al final de los tiempos: "Sé que resucitará en la resurrección del último día" (v. 24). Sin embargo, Jesús va más allá de esta expectativa y revela quién es Él en toda su grandeza divina.

"Yo soy la Resurrección y la Vida"
Jesús declara solemnemente: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá para siempre" (vv. 25-26). Con estas palabras, Jesús no solo promete la vida eterna, sino que también afirma ser la fuente misma de esa vida. No se trata simplemente de un evento futuro, sino de una realidad presente para quienes creen en Él. Aunque enfrentemos la muerte física, nuestra relación con Cristo nos asegura la vida eterna.

Luego, Jesús pregunta directamente a Marta: "¿Crees esto?" (v. 26). Esta pregunta no es solo para Marta, sino también para cada uno de nosotros. ¿Creemos verdaderamente que Jesús es el Señor de la vida y la muerte? ¿Confiamos en su promesa de resurrección y vida eterna?

Marta responde con una profesión de fe profunda: "Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo" (v. 27). Esta declaración resume el núcleo de la fe cristiana: Jesús es el Mesías enviado por Dios, quien tiene poder sobre la vida y la muerte.

Para Nuestra Vida
Fe en la Promesa de la Vida Eterna: La declaración de Jesús sobre ser "la resurrección y la vida" nos recuerda que la muerte no es el fin para quienes creen en Él. Como cristianos, estamos llamados a vivir con la certeza de que nuestra esperanza está anclada en la vida eterna que Él nos ofrece.
Confianza en el Poder de Cristo: Aunque Marta sentía que Jesús había llegado tarde, Él demostró que su poder no está limitado por el tiempo ni las circunstancias. De igual manera, podemos confiar en que Jesús actúa en nuestra vida, incluso cuando no entendemos sus caminos.
Respuesta Personal a la Pregunta de Jesús: La pregunta de Jesús —"¿Crees esto?" — exige una respuesta personal. No basta con tener una fe intelectual o superficial; debemos comprometernos profundamente con la verdad de que Él es el Mesías y el camino hacia la vida eterna.
Vivir con Esperanza en Medio del Dolor: Así como Marta expresó su dolor pero mantuvo la fe, también nosotros estamos llamados a llevar nuestras penas y pérdidas a Jesús, confiando en que Él puede traer luz incluso en medio de la oscuridad.

El encuentro entre Jesús y Marta nos invita a profundizar nuestra fe en Cristo como la fuente de toda vida y esperanza. Nos recuerda que, aunque enfrentemos la muerte y el sufrimiento, nuestra confianza debe estar arraigada en la promesa de la resurrección. Que tengamos la sabiduría de responder con fe a la pregunta de Jesús: "¿Crees esto?" , y que nuestra vida sea un testimonio vivo de la esperanza que Él nos ofrece.

NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.

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