Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Miércoles 13 de Agosto 2025 - Mateo 18, 15-20
Lectura del día
Lectura del libro del Deuteronomio 34,1-12
En aquellos días, Moisés subió de la estepa de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó; y el Señor le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, todo Neftalí, el territorio de Efraín y de Manasés, y todo el territorio de Judá hasta el mar occidental, el Negueb y la comarca del valle de Jericó (la ciudad de las palmeras) hasta Soar; y le dijo:
«Esta es la tierra que prometí con juramento a Abrahán, a Isaac y a Jacob, diciéndoles: "Se la daré a tu descendencia." Te la he hecho ver con tus propios ojos, pero no entrarás en ella».
Y allí murió Moisés, siervo del Señor, en Moab, como había dispuesto el Señor.
Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor; y hasta el día de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba.
Moisés murió a la edad de ciento veinte años; no había perdido vista ni había decaído su vigor. Los hijos de Israel lloraron a Moisés en la estepa de Moab durante treinta días, hasta que terminó el tiempo del duelo por Moisés.
Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos, los hijos de Israel lo obedecieron e hicieron como el Señor había mandado a Moisés.
No surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en los signos y prodigios que el Señor le envió a hacer en Egipto contra el faraón, su corte y su país; ni en la mano poderosa, en los terribles portentos que obró Moisés en presencia de todo Israel.
Salmo
Salmo 65
R/. Bendito sea Dios, que me ha devuelto la vida
Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!». R.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres.
Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca
y lo ensalzó mi lengua. R.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.
En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.
Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Palabra del Señor
Evangelio Miércoles 13 de Agosto 2025 - Mateo 18, 15-20
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Reflexión para el Evangelio de San Mateo 18, 15-20
Este pasaje de San Mateo nos ofrece una guía práctica y espiritual para vivir en comunión y resolver conflictos dentro de la comunidad cristiana. A través de estas palabras, Jesús nos enseña cómo actuar con caridad, justicia y humildad cuando enfrentamos desacuerdos o heridas, recordándonos que Él está presente en medio de nosotros cuando nos reunimos en su nombre.
Corregir con amor
Jesús comienza instruyéndonos sobre cómo abordar a un hermano o hermana que ha cometido una falta: "Ve y dile a solas su culpa." Esta primera etapa subraya la importancia de la discreción y el respeto. No se trata de exponer ni juzgar públicamente, sino de buscar la reconciliación de manera personal y amorosa.
Si la persona no escucha, Jesús sugiere incluir a uno o dos testigos, cumpliendo así la ley del Antiguo Testamento (cf. Dt 19,15). Este paso refuerza la seriedad del asunto, pero siempre con el objetivo de restaurar la relación, no de condenar. Finalmente, si aún no hay arrepentimiento, se debe involucrar a la comunidad. Estas etapas nos recuerdan que la corrección fraterna debe ser un proceso paciente, guiado por el amor y la búsqueda de la paz.
El poder de la comunidad
Jesús afirma: "Si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, os la concederá mi Padre que está en los cielos." Esta promesa destaca el poder de la oración en comunión. Cuando actuamos unidos como comunidad, nuestras peticiones tienen un valor especial ante Dios. Esto también nos invita a vivir en unidad, apoyándonos mutuamente en la fe y el servicio.
Además, Jesús asegura: "Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." Esta declaración es un recordatorio consolador de que Cristo está siempre presente en nuestra vida comunitaria. Ya sea en la oración, la celebración de los sacramentos o la resolución de conflictos, Él camina con nosotros y nos guía con su Espíritu.
Lecciones para la vida cristiana
La prioridad de la reconciliación:
Jesús nos llama a resolver los conflictos de manera constructiva, priorizando la reconciliación sobre el rencor. La corrección fraterna debe ser un acto de amor, no de venganza.
La importancia de la comunidad:
Como cristianos, no estamos llamados a vivir en aislamiento, sino en comunión. Nuestra fuerza radica en la unidad y en el apoyo mutuo.
La presencia de Cristo:
Cuando nos reunimos en su nombre, ya sea en la oración, la Eucaristía o el servicio, Jesús está presente entre nosotros. Su presencia transforma nuestras acciones y nos llena de gracia.
Las palabras de Jesús en este pasaje nos invitan a construir relaciones basadas en el amor, la verdad y el perdón. Nos recuerdan que la Iglesia es una familia donde todos somos responsables de cuidarnos unos a otros. Que esta enseñanza nos inspire a ser instrumentos de reconciliación y paz, sabiendo que Cristo está siempre en medio de nosotros para guiarnos y fortalecernos. ¡Aleluya! Cristo vive y nos une en su amor.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.