Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Miércoles 23 de Julio 2025 - Juan 15, 1-8
Lectura del día
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 2, 19-20:
Hermanos:
Yo he muerto a la ley por medio de la ley, con el fin de vivir para Dios.
Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí.
Y mi vida de ahora en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.
Salmo
Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11
R/. Bendigo al Señor en todo momento
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulte al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligid invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa en torno quienes lo temen
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los qu buscan al Señor no carecen de nada. R/.
Evangelio del día
Evangelio según San Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».
Palabra del Señor
Evangelio Miércoles 23 de Julio 2025 - Juan 15, 1-8
Anterior |

Miércoles 23 |
Siguiente
Calendario Anual
Reflexión para el Evangelio de San Juan 15, 1-8
El pasaje de
San Juan 15, 1-8 contiene una de las enseñanzas más profundas y simbólicas de Jesús: la imagen de la vid y los sarmientos. Este texto nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Cristo, quien es la verdadera vid, y sobre la necesidad de permanecer unidos a Él para vivir una vida fructífera en el amor y la gracia divina.
La Vid Verdadera: Cristo como Fuente de Vida
Jesús comienza diciendo: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador" (v. 1). Con esta afirmación, Jesús se presenta como la fuente de toda vida espiritual y crecimiento. Así como una vid proporciona savia y nutrientes a sus sarmientos para que produzcan frutos, Cristo es el origen de la vida que nutre y sostiene a sus discípulos.
El Padre, descrito como el viñador, cuida con diligencia la vid y sus sarmientos. Esto significa que Dios está atento a nuestra vida espiritual, podando lo que no es necesario para que crezcamos en santidad. Aunque el proceso de "podar" puede parecer doloroso, es un acto de amor destinado a hacernos más productivos en el amor y el servicio.
Permanecer en Cristo: La Clave de la Fructificación
Jesús enfatiza repetidamente la importancia de "permanecer" en Él: "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí" (v. 4). Esta imagen subraya que nuestra vida cristiana depende completamente de nuestra unión con Cristo. Sin Él, somos como sarmientos secos, incapaces de producir fruto.
Permanecer en Cristo implica estar arraigados en su amor, alimentarnos de su Palabra y recibir los sacramentos, especialmente la Eucaristía, que es el alimento espiritual que nos une a Él. También significa vivir en comunión con su Iglesia, siguiendo sus enseñanzas y practicando las virtudes del Evangelio.
Fruto que Permanece
Jesús promete que aquellos que permanecen en Él producirán mucho fruto: "El que permanece en mí y yo en él, éste da mucho fruto" (v. 5). Este fruto no es simplemente éxito o logros externos, sino obras de amor, paz, justicia y misericordia que reflejan la vida de Cristo en nosotros. Además, este fruto tiene un propósito eterno: glorificar a Dios y llevar a otros al conocimiento de su amor.
Por otro lado, aquellos que no permanecen en Cristo son como sarmientos cortados, que se secan y son arrojados al fuego (v. 6). Esta advertencia nos recuerda la importancia de mantener viva nuestra relación con Él, evitando caer en el pecado o la indiferencia espiritual.
Para Nuestra Vida
Depender Completamente de Cristo: Así como un sarmiento no puede sobrevivir separado de la vid, tampoco podemos vivir como cristianos auténticos sin estar unidos a Jesús. Necesitamos su gracia y su presencia constante en nuestras vidas.
Alimentar Nuestra Vida Espiritual: Para permanecer en Cristo, debemos dedicar tiempo a la oración, la lectura de la Biblia y los sacramentos. Estas prácticas nos ayudan a mantener viva nuestra conexión con Él.
Producir Frutos Visibles: Nuestra fe debe manifestarse en obras concretas de amor y servicio. ¿Qué frutos estamos produciendo en nuestra familia, comunidad y sociedad? Que nuestro testimonio sea una expresión visible del amor de Cristo.
Aceptar el Proceso de Poda: A veces, Dios permite situaciones difíciles o desafíos en nuestra vida para purificarnos y hacer espacio para un mayor crecimiento espiritual. Debemos confiar en su sabiduría y amor, incluso cuando el proceso sea doloroso.
Las palabras de Jesús en este pasaje nos recuerdan que nuestra vida cristiana no puede ser independiente de Él. Somos llamados a permanecer en Él como sarmientos en la vid, permitiendo que su amor fluya a través de nosotros para transformar el mundo. Que tengamos la sabiduría de cultivar nuestra relación con Cristo y la valentía de vivir como discípulos fructíferos, llevando su luz y amor a quienes nos rodean.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.