Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe

Transfiguración del Señor

Evangelio Miércoles 6 de Agosto 2025 - Lucas 9, 28b-36

Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro 1,16-19:

Queridos hermanos:
No nos fundábamos en fábulas fantasiosas cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino en que habíamos sido testigos oculares de su grandeza.
Porque él recibió de Dios Padre honor y gloria cuando desde la sublime Gloria se le transmitió aquella voz:
«Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido».
Y esta misma voz, transmitida desde el cielo, es la que nosotros oímos estando con él en la montaña sagrada.
Así tenemos más confirmada la palabra profética y hacéis muy bien en prestarle atención como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y el lucero amanezca en vuestros corazones.

Salmo

Salmo 96,1-2.5-6.9
R/. El Señor reina, Altísimo sobre toda la tierra

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R/.

Los montes se derriten como cera ante el Señor,
ante el Señor de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

Porque tú eres, Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R/.

Evangelio del día

Evangelio según San Lucas 9, 28b-36

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar la nube.
Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido; escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de los que habían visto.

Palabra del Señor

Evangelio Miércoles 6 de Agosto 2025 - Lucas 9, 28b-36

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Reflexión para el Evangelio de San Lucas 9, 28b-36

El pasaje de San Lucas 9, 28b-36 relata la Transfiguración de Jesús , un momento culminante en la vida de Cristo y en la comprensión de su identidad divina. Este episodio nos invita a contemplar la gloria de Dios, profundizar en nuestra fe y reconocer que Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios, lleno de majestad y poder. A través de esta experiencia, Jesús prepara tanto a sus discípulos como a nosotros para los desafíos de la cruz y la esperanza de la resurrección.

La subida al monte
Jesús lleva consigo a Pedro, Santiago y Juan a un monte alto para orar. Este detalle es significativo: el monte simboliza un lugar de encuentro con Dios, un espacio donde lo cotidiano se deja atrás para abrirse a lo divino. La oración de Jesús transforma la atmósfera, permitiendo que los discípulos sean testigos de algo extraordinario: la transfiguración de su Maestro.

Mientras ora, el rostro de Jesús cambia y sus vestiduras se vuelven deslumbrantemente blancas. Aquí vemos una premonición de su gloria celestial, una visión fugaz del Reino de Dios que trasciende el tiempo y el espacio. Esta manifestación no solo revela la divinidad de Jesús, sino que también fortalece a los discípulos para enfrentar los momentos difíciles que están por venir, especialmente su Pasión y Muerte.

Moisés y Elías: figuras del pasado y presente
En la escena aparecen Moisés y Elías conversando con Jesús. Estas dos figuras representan la Ley (Moisés) y los Profetas (Elías), pilares fundamentales de la tradición judía. Su presencia junto a Jesús subraya que Él es el cumplimiento definitivo de las promesas de Dios. Además, hablan con Jesús sobre su "éxodo" o partida, refiriéndose a su camino hacia la cruz y la resurrección. Este diálogo nos recuerda que la misión de Jesús no es solo predicar, sino dar su vida por la salvación de la humanidad.

Esta escena también nos enseña que la fe cristiana no es algo nuevo que rompe con el pasado, sino la culminación de toda la historia de la salvación. Jesús une en sí mismo la antigua alianza y la nueva, ofreciéndonos una relación plena con Dios.

Pedro y la nube gloriosa
Pedro, impresionado por la visión, sugiere construir tres tiendas: una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías. Aunque su intención parece buena, refleja una falta de comprensión total de lo que está ocurriendo. Pedro quiere quedarse en ese momento glorioso, pero la misión de Jesús exige bajar del monte y enfrentar la realidad del mundo, incluyendo el sufrimiento y la muerte.

Mientras Pedro habla, una nube luminosa los cubre, y desde ella se escucha la voz de Dios: "Este es mi Hijo, el Elegido; escuchadle". Esta declaración es una afirmación directa de la identidad divina de Jesús y un mandato claro para los discípulos: deben poner su atención y confianza en Él por encima de todo. La nube, símbolo de la presencia de Dios, envuelve a los discípulos, recordándonos que la fe es un misterio que abraza lo invisible y lo eterno.

Un llamado a la contemplación y la acción
La Transfiguración no es solo un evento histórico; es una invitación para cada uno de nosotros a experimentar la gloria de Dios en nuestras vidas. Como los discípulos, somos llamados a subir al monte, es decir, a dedicar tiempo a la oración y la contemplación, para encontrarnos con Jesús en su luz y amor. Sin embargo, también somos llamados a bajar del monte y llevar esa experiencia a nuestra vida diaria, enfrentando los desafíos del mundo con la certeza de que Cristo camina con nosotros.

Este pasaje nos recuerda que la fe cristiana no es solo una experiencia emocional o espiritual momentánea; es un compromiso continuo con Jesús, quien nos guía tanto en los momentos de gloria como en los de oscuridad. La Transfiguración anticipa la resurrección y nos anima a mirar más allá de la cruz, hacia la victoria final de Cristo.

La Transfiguración de Jesús es un recordatorio de que, aunque vivimos en un mundo marcado por el sufrimiento y la incertidumbre, nuestra esperanza está en la gloria eterna que Cristo nos promete. Que este pasaje nos inspire a buscar momentos de encuentro con Dios en la oración, a escuchar su voz en medio del ruido del mundo y a confiar plenamente en su plan para nuestras vidas. Como los discípulos, somos llamados a ser testigos de la luz de Cristo y a compartir su mensaje de amor y salvación. ¡Aleluya! Cristo vive y nos invita a contemplar su gloria.

NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.