Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Miércoles 9 de Julio 2025 - Mateo 10,1-7
Lectura del dia
Lectura del libro del Génesis 41,55-57;42,5-7.17-24a:
En aquellos días, llegó el hambre a todo Egipto y el pueblo reclamaba pan al Faraón, y este decía a los egipcios:
«Id a José y haced lo que él os diga».
El hambre se extendió a toda la tierra, y José abrió los graneros y repartió raciones a los egipcios, mientras arreciaba el hambre en Egipto.
De todos los países venían a Egipto a comprarle a José, porque el hambre arreciaba en toda la tierra.
Los hijos de Jacob fueron a Egipto a comprar grano junto con otros grupos, pues había hambre en la tierra de Canaán.
José mandaba en el país y distribuía las raciones a todo el mundo.
Vinieron, pues, los hermanos de José y se postraron ante él, rostro en tierra. Al ver a sus hermanos José los reconoció, pero él no se dio a conocer, sino que les habló duramente:
Y los hizo detener durante tres días.
Al tercer día, José les dijo:
«Yo temo a Dios, por eso haréis lo siguiente, y salvaréis la vida: si sois honrados, uno de vosotros quedará bajo custodia en la casa donde estáis detenidos y los demás irán a llevar el grano a sus familias hambrientas. Después me traeréis a vuestro hermano menor; así probaréis que habéis dicho la verdad y no moriréis».
Ellos aceptaron, y se decían:
«Estamos pagando el delito contra nuestro hermano, cuando le veíamos suplicarnos angustiado y no le hicimos caso; por eso nos sucede esta desgracia».
Intervino Rubén:
«¿No os lo decía yo: "No pequéis contra el muchacho", y vosotros no me hicisteis caso? Ahora nos piden cuentas de su sangre».
Ellos no sabían que José les entendía, pues había usado intérprete. Él se retiró y lloró.
Salmo
Salmo 32,2-3.10-11.18-19
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones, R.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad. R.
Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 10,1-7
En aquel tiempo, Jesús, llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel.
Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos».
Palabra del Señor
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Reflexión para el Evangelio de San Mateo 10,1-7
El pasaje de
San Mateo 10, 1-7 marca un momento crucial en el ministerio de Jesús: el envío de los Doce Apóstoles a predicar el Evangelio y llevar la salvación a Israel. Este episodio no solo revela la confianza que Jesús deposita en sus discípulos, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vocación como seguidores de Cristo y la misión que Él nos ha encomendado.
El Poder Conferido por Jesús
El texto comienza con Jesús llamando a sus doce discípulos y dándoles "autoridad para expulsar espíritus impuros y sanar toda enfermedad y dolencia" (v. 1). Este acto es sumamente significativo, ya que Jesús no solo les encomienda una tarea, sino que también les otorga el poder divino necesario para cumplirla. Los apóstoles, quienes eran hombres ordinarios sin formación especial ni prestigio social, se convierten en instrumentos del poder de Dios. Esto nos recuerda que la obra evangelizadora no depende de nuestras capacidades humanas, sino de la gracia y el poder que Dios nos
Este detalle también nos enseña que, como cristianos, estamos llamados a ser colaboradores de Cristo en su misión. No importa cuán débiles o limitados nos sintamos; si confiamos en Dios, Él puede obrar maravillas a través de nosotros. Así como los apóstoles recibieron autoridad para sanar y liberar, nosotros también somos enviados al mundo para llevar esperanza, consuelo y transformación.
La Misión Específica: "No sigáis camino de gentiles"
Jesús instruye a los apóstoles a dirigirse primero "a las ovejas perdidas de la casa de Israel" (v. 6) y a proclamar: "El Reino de los cielos está cerca" (v. 7). En este momento inicial de su ministerio, Jesús enfoca su mensaje en el pueblo judío, aquel que había sido preparado durante siglos por la ley y los profetas para recibir al Mesías. Esta indicación subraya la continuidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo, así como la fidelidad de Dios a su pacto con Israel.
Sin embargo, esta prioridad no excluye la universalidad final del Evangelio. Más adelante, Jesús enviará a sus discípulos a todas las naciones (cf. Mt 28, 19), mostrando que la salvación es para todos los pueblos. Para nosotros, este detalle nos invita a recordar que la evangelización debe comenzar siempre en nuestro entorno inmediato: nuestra familia, amigos y comunidad. Al mismo tiempo, debemos estar abiertos a expandir nuestra misión hacia nuevos horizontes, llevando el amor de Cristo a quienes aún no lo conocen.
El Mensaje Central: El Reino de los Cielos
El núcleo del mensaje que los apóstoles debían proclamar era: "El Reino de los cielos está cerca" . Este anuncio refleja la centralidad del Reino en la predicación de Jesús. El Reino no es simplemente un lugar futuro o lejano, sino una realidad presente que transforma vidas aquí y ahora. A través de la conversión, el arrepentimiento y la aceptación de Jesucristo, las personas pueden experimentar la presencia de Dios en su vida diaria.
Esta declaración también nos desafía a preguntarnos: ¿cómo estamos anunciando el Reino en nuestras palabras y acciones? Como discípulos modernos, nuestra misión no es solo hablar del Evangelio, sino vivirlo de manera que otros puedan ver y creer. El Reino de los cielos se manifiesta en la justicia, la paz, la caridad y la reconciliación que promovemos en el mundo.
Para Nuestra Vida
Este pasaje tiene importantes lecciones para nosotros hoy. Primero, nos recuerda que la misión de evangelizar no es opcional para los cristianos; es parte esencial de nuestra identidad. Jesús nos llama a ser sus embajadores, compartiendo su amor y verdad con los demás. No necesitamos tener grandes talentos o recursos; basta con estar dispuestos a dejarnos usar por Él.
En segundo lugar, este texto nos invita a confiar en el poder de Dios. Así como los apóstoles fueron capacitados para realizar signos y prodigios, nosotros también podemos contar con la gracia divina para enfrentar los desafíos de la misión. La evangelización no depende de nosotros, sino de Aquel que nos envía.
Finalmente, este pasaje nos recuerda que el corazón de la evangelización es el anuncio del Reino de Dios. No se trata de imponer normas o doctrinas, sino de compartir la buena noticia de que Dios está cerca, dispuesto a transformar vidas y restaurar relaciones rotas.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.