Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Sábado 30 de Agosto 2025 - Mateo 25, 14-30
Lectura del día
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 9-11
Hermanos:
Acerca del amor fraterno, no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros; y así lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia.
Sin embargo os exhortamos, hermanos, a seguir progresando: esforzaos por vivir con tranquilidad, ocupándoos de vuestros asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.
Salmo
Salmo 97, 1. 7-8. 9
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes. R/.
Al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R/.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad;l uego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.
Su señor le dijo:
“¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo:
“¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabia que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió:
“Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes”».
Palabra del Señor
Evangelio Sábado 30 de Agosto 2025 - Mateo 25, 14-30
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Reflexión para el Evangelio de San Mateo 25, 14-30
El pasaje de
San Mateo 25, 14-30 contiene la parábola de los talentos, una enseñanza profunda sobre la responsabilidad de usar los dones que Dios nos ha dado y la importancia de vivir con diligencia y fidelidad en nuestra misión como discípulos. Esta parábola nos invita a reflexionar sobre cómo estamos administrando los recursos, oportunidades y talentos que el Señor ha depositado en nuestras manos.
La Parábola de los Talentos
En esta parábola, un hombre rico se ausenta y entrega sus bienes a sus siervos: al primero cinco talentos, al segundo dos y al tercero uno, "a cada uno según su capacidad" (v. 15). Los primeros dos siervos invierten sabiamente lo que recibieron y duplican su valor, mientras que el tercer siervo entierra su talento por miedo al castigo. Cuando el señor regresa, felicita a los primeros dos por su diligencia y les recompensa generosamente, pero castiga al tercero por su negligencia y temor.
Este relato subraya que Dios nos ha confiado dones únicos —como habilidades, tiempo, recursos y oportunidades— para que los usemos en su servicio y para el bien común. La clave no es cuánto recibimos, sino qué hacemos con lo que tenemos. La parábola también nos recuerda que ser discípulo de Cristo implica acción, no pasividad; debemos arriesgarnos y trabajar activamente para multiplicar los dones que Él nos ha dado.
Lecciones sobre los Dones y la Fidelidad
Reconocer los Dones de Dios: Cada uno de nosotros ha recibido talentos únicos, ya sea en forma de habilidades, recursos o circunstancias. Debemos reconocer que estos dones provienen de Dios y que somos administradores, no dueños, de ellos.
Usar los Dones con Diligencia: Los primeros dos siervos son elogiados porque usaron sus talentos sabiamente y los multiplicaron. Esto nos desafía a no ser complacientes ni conformistas, sino a aprovechar nuestras capacidades al máximo para glorificar a Dios y servir a los demás.
Superar el Miedo y la Pereza: El tercer siervo enterró su talento por miedo a fracasar o ser castigado. Su actitud refleja la tentación de la pereza espiritual o el miedo al riesgo. Como cristianos, no podemos quedarnos inmóviles por temor; debemos confiar en la gracia de Dios y usar nuestros dones con audacia.
Ser Responsables ante Dios: Al final de nuestras vidas, rendiremos cuentas ante Dios por cómo hemos usado los talentos que Él nos ha dado. No se trata solo de resultados, sino de intención y esfuerzo. Dios valora la fidelidad y el amor con los que trabajamos, más que el éxito externo.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.