Lecturas, Salmo y Evangelio de Hoy - Palabra de Fe
Evangelio Sábado 9 de Agosto 2025 - Mateo 17,14-20
Lectura del día
Lectura del libro del Deuteronomio 6,4-13 :
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas.
Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado; las atarás a tu muñeca como un signo, serán en tu frente una señal; las escribirás en las jambas de tu casa y en tus portales.
Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra que juró a tus padres –a Abrahán, Isaac y Jacob– que te había de dar, con ciudades grandes y ricas que tú no has construido, casas rebosantes de riquezas que tú no has llenado, pozos ya excavados que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado, comerás hasta hartarte.
Pero, cuidado: no olvides al Señor que te sacó de Egipto, de la esclavitud. Al Señor, tu Dios, temerás, a él sólo servirás, sólo en su nombre jurarás.»
Salmo
Sal 17,2-3a.3bc-4.47.51ab
R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza
Yo te amo, Señor;
tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca,
mi alcázar, mi libertador. R/.
Dios mío, peña mía,
refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador:
tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.
Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 17,14-20 :
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: «Señor, ten compasión de mi hijo, que tiene epilepsia y le dan ataques; muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo.»
Jesús contestó: «¡Generación perversa e infiel! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.»
Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: «¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?»
Les contestó: «Por vuestra poca fe. Os aseguro que si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que viniera aquí, y vendría. Nada os sería imposible.»
Palabra del Señor
Evangelio Sábado 9 de Agosto 2025 - Mateo 17,14-20
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Reflexión para el Evangelio de San Mateo 17,14-20
El pasaje de
San Mateo 17, 14-20 narra la historia de un padre desesperado que busca la ayuda de Jesús para sanar a su hijo, quien sufre de epilepsia y está atormentado por un espíritu maligno. Este episodio nos invita a reflexionar sobre la importancia de la fe, la oración y la confianza en el poder de Dios, incluso cuando enfrentamos situaciones que parecen imposibles de resolver. A través de este relato, Jesús nos enseña que con fe, aunque sea pequeña, podemos mover montañas y experimentar su intervención poderosa en nuestras vidas.
La desesperación del padre
La narrativa comienza con un hombre que se acerca a Jesús, suplicando: "Señor, ten compasión de mi hijo, porque es epiléptico y sufre mucho; muchas veces cae en el fuego o en el agua." Este padre representa a todos aquellos que buscan ayuda en medio de situaciones difíciles, dolorosas y aparentemente sin solución. Su actitud refleja una mezcla de desesperación y esperanza: sabe que los discípulos no han podido ayudarlo, pero cree que Jesús puede hacerlo.
Este momento nos recuerda que en nuestras luchas personales —ya sean enfermedades, problemas familiares, dificultades económicas o cualquier otra carga— debemos acudir a Cristo con humildad y confianza. Como el padre en esta historia, somos llamados a clamar por su misericordia, sabiendo que Él tiene el poder de sanar y liberar.
La frustración de los discípulos
Cuando Jesús llega, encuentra al muchacho convulsionando, mientras los discípulos intentan, sin éxito, expulsar al espíritu maligno. Esta escena revela las limitaciones humanas, incluso de aquellos que ya habían sido capacitados por Jesús para realizar milagros. Al ver esto, Jesús exclama: "¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?"
Estas palabras expresan la frustración de Jesús ante la falta de fe tanto de los discípulos como de la multitud. Nos recuerdan que la fe no es solo una creencia intelectual, sino una confianza activa en el poder y la presencia de Dios. Sin fe, nuestras acciones carecen de eficacia espiritual. Este episodio nos desafía a examinar nuestra propia fe: ¿confiamos plenamente en Dios, o dudamos de su capacidad para actuar en nuestras vidas?
La fe que mueve montañas
Después de sanar al muchacho, los discípulos preguntan a Jesús por qué ellos no pudieron expulsar al espíritu maligno. Él responde: "Por vuestra poca fe. En verdad os digo que si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: 'Trasládate de aquí allá', y se trasladaría; y nada os sería imposible."
Esta afirmación subraya el poder ilimitado de la fe, incluso en pequeñas dosis. La fe no depende de su tamaño, sino de su calidad: una fe genuina, confiada y arraigada en Dios puede lograr cosas extraordinarias. Sin embargo, también nos recuerda que la fe debe ir acompañada de la oración. Más tarde, Jesús les dice: "Este tipo de espíritus sólo sale con oración y ayuno" (cf. Mt 17,21). Esto nos enseña que la fe no es algo automático, sino que requiere disciplina espiritual y dependencia total de Dios.
Un llamado a la confianza y la perseverancia
La importancia de la fe:
La fe es el fundamento de nuestra relación con Dios. Sin ella, no podemos recibir sus promesas ni experimentar su poder. Como el padre en esta historia, estamos llamados a acercarnos a Jesús con confianza, reconociendo que Él es el único que puede resolver nuestras necesidades más profundas.
La necesidad de la oración:
La fe sin acción espiritual es insuficiente. La oración y el ayuno son medios poderosos para fortalecer nuestra conexión con Dios y abrirnos a su gracia. Cuando enfrentamos desafíos grandes o pequeños, debemos buscar a Dios en la oración antes de intentar resolverlo todo por nuestra cuenta.
La paciencia y la perseverancia:
El proceso de sanación y liberación no siempre es inmediato. El padre en esta historia había buscado ayuda durante mucho tiempo antes de encontrar a Jesús. Nosotros también estamos llamados a ser pacientes y perseverantes, sabiendo que Dios obra en su tiempo perfecto.
NOTA : El Evangelio del día puede variar segun su pais por alguna celebracion local o Fiesta Patronal, etc.
El Evangelio aqui publicado se basa generalmente en el calendario liturgico del Vaticano, salvo algunas excepciones.